La primavera se presenta como una época ideal para que las personas mayores disfruten al aire libre y realicen más actividades en el exterior. Sin embargo, a pesar de las suaves temperaturas y el aumento de horas de luz y sol, esta estación puede empeorar la salud de este colectivo. Los cambios bruscos de temperatura que se producen entre el día y la noche o la polinización son escenarios propicios para gripes o catarros comunes y, sobre todo, para las alergias que se agudizan en esta época del año.
Tal y como recoge Sanitas, “el envejecimiento altera el sistema de termorregulación corporal, lo que afecta a cómo se percibe la temperatura ambiente y hace más difícil la adaptación al frío”, afirma David Curto, director Médico, Calidad e Innovación de Sanitas Mayores. “Esto hace que los mayores sean un colectivo especialmente vulnerable a los cambios térmicos algo que, junto a su mayor sensibilidad dérmica y un sistema inmunológico más debilitado, puede generar empeoramientos en la salud”, añade.
Ante esta situación los expertos de Sanitas han elaborado un listado de consejos para proteger a los mayores ante las enfermedades estacionales propias de la primavera: