Agentes de SEPRONA de Guardia Civil siguieron las huellas de un vehículo tras encontrar los cuerpos de los corzos y el gato montés, dando con un todoterreno en el que había dos hombres con prismáticos, un telescopio, un telémetro, un visor nocturno y tres cuchillos con restos de sangre. Al interrogarlos, no se ponían de acuerdo en las versión de lo sucedido y fueron detenidos como presuntos autores de dos delitos contra la fauna y la flora, y uno de ellos también por tenencia ilícita de armas.
Presuntamente buscaban trofeos para venderlos en el mercado negro.