Iker Jiménez: "De Cebrián fui aficionado, seguidor, colaborador y competencia"
Recordamos la figura de Juan Antonio Cebrián con sus competidores Miguel Blanco e Iker Jiménez y con su primer colaborador, José Luis Salas
🎥 El Colegio Invisible 'Especial 15 años sin Cebrián'
🔊"Fue entrañable, un amigo"
José Luis Salas fue uno de los primeros colaboradores de Juan Antonio Cebrián. Señala que "parece mentira que ya hayan pasado 15 años". Él lleva 20 años haciendo radio de noche y subraya que "Cebrián captó la magia de la radio de noche a la primera. Fue muy astuto, incluso cuando ponía discos. La maravilla es como creaba la imagen en la cabeza de los oyentes. La madrugada hace que "el oyente escuche, no solo oye. Es diferente escuchar a oír". Recuerda que "todas las noches le llamaba. Yo llevaba los primeros teléfonos móviles y conectaba conmigo para que le contara los eventos nocturnos a los que asistía".
La madrugada radiofónica de hace un par de décadas era trepidante, con enorme respeto profesional entre todos pero también con una gran competencia. En RNE, Miguel Blanco compartía franja con Cebrián, "existe la convivencia más que la competencia. Fue un episodio brillante. Éramos el segundo programa más escuchado de España, y hasta José María García se enfadaba porque no lo entendía. Era un alma brillante y la competencia solo la usan los mediocres para brillar. Él contaba narraciones de la historia que embelesaban. Fíjate si no había competencia que le derivábamos publicidad que nosotros no podíamos emitir. Mi homenaje es que se puede ver mucho más allá de los ojos".
Se pasa por este Colegio Invisible otro de los grandes competidores de Cebrián, Iker Jiménez. "Fui aficionado, seguidor, oyente con aquel ambiente tan especial envuelto en humo de cigarro prohibido hoy, se hablaba con otra gravedad. Era otra época. Recuerdo la emoción de cuándo nos empezó a tratar, fue un amigo. El shock de darse cuenta que el maestro de las ondas no puede ver. La historia de superación personal es épica. Y él hacía todo lo posible a que fuera una mínima circunstancia. Y el tercer plano, el de ser competencia. Aficionado, seguidor, colaborador y competencia. Tuve que pelear por obligación profesional. En una cena con varias personas hablamos de muchas cosas. Se truncó de manera muy injusta pero le envuelve de mito. Hay una envoltura mítica que trasciende al tiempo al espacio. Siempre quise tener la mayor cantidad de oyentes pero nos dimos cuenta que la familia milenaria y la de Rosa de los Vientos tenía muchas cosas en común. Con mucho orgullo pienso que jamás un milenario ha dicho algo peyorativo de la Rosa de los Vientos. Fue una competencia sanísima. Nunca jamás los oyentes olvidarán el legado de Juan Antonio Cebrián. Tuve que hacer un programa que nunca quise hacer. Personas de Onda Cero se sorprendieron mucho de que dedicara las tres horas de Milenio 3 a Juan Antonio. Eso es lo que se hace por un amigo.