La reciente pandemia ha agravado los problemas de salud mental, con un aumento significativo de los casos de ansiedad.
La ansiedad se desarrolla desde la infancia, a partir de experiencias traumáticas o de aprendizaje, y se mantiene en la edad adulta. Puede llevar a conductas compulsivas y obsesivas que limitan el funcionamiento de la persona, aunque también puede tener aspectos positivos, pues permite reaccionar con mayor agilidad ante situaciones de riesgo.
Sin embargo, la exigencia y la presión social actual han convertido a la ansiedad en un problema generalizado que requiere ser abordado.