Un joven mordido por un tiburón explica lo que se siente: "Es como un puñetazo"

Los tiburones son uno de los depredadores más poderosos del mundo, la mayoría de los humanos tienen pánico a estos animales, lo que se conoce como selacofobia o galeofobia. Son depredadores del océano y, en ocasiones, pueden ocasionar daños graves a quien se cruce con ellos.

Esto es lo que le pasó a Marlin Wakeman, un joven pescador de Florida que estuvo a punto de morir tras resbalar y caer desde un muelle en aguas infestadas de tiburones de arrecife en las Bahamas, cuando intentaba saltar al yate atracado en el que se encontraba trabajando en Flying Fish Marina, Long Island. Tras sobrevivir al incidente, este joven de 24 años se considera un “afortunado” de estar vivo, tal y como ha declarado al Mirror.

Cómo sucedió

“Cuando terminé en el agua, sabía prácticamente lo que iba a pasar”, ha manifestado Wakeman, ya que el puerto está inundado de tiburones, hasta el punto de que casi pueden “caminar sobre sus cabezas” y que si te caes aquí, “estás acabado”.

Y así fue. Nada más caer al agua, un tiburón lo agarró, metió su cabeza bajo el agua y luego lo soltó, sin ni siquiera tener un solo segundo para reaccionar. Acto seguido, otro tiburón le mordió el hombro, provocando una descarga de adrenalina que hizo que el joven se diera cuenta de que, si no actuaba, no sobreviviría.

De ahí que reaccionara rápidamente para volver a subir al barco, donde el capitán le hizo un torniquete en la pierna. Tenía tanta adrenalina recorriendo su cuerpo que era como una especie de lucha o huida. “Regresé al bote, evalué lo que sucedió y miré mi pierna. Realmente no estaba sangrando todavía. Estaba como, ya sabes, todo destrozado”, ha aclarado.

Qué se siente al ser mordido por un tiburón

En el momento en que el joven sufrió la mordedura del tiburón sintió como “un puñetazo”, donde no percibió que le hirieran sus dientes. Más tarde, fue trasladado en avión para someterse a una cirugía en el centro médico St. Mary’s en West Palm Beach, Florida.

Pese a que el animal perforó la rótula de Wakeman, el doctor que le atendió, Rober Borrego, ha desvelado que evitó perforar una arteria por poco. Según el tamaño de la marca, el traumatólogo ha estimado que la longitud del tiburón era de aproximadamente dos metros.

El doctor Borrego afirmó que considera que el joven se recuperará por completo. Wakeman cree que podría tener algunas "pesadillas" después del ataque, pero que no se planea dejar de pescar. De hecho, su intención es volver al mar lo antes posible.