El domingo por la tarde, la joven española Natalia Álvarez volvió de trabajar en Sydney, donde reside, y se preparó para hacer la cena.
Álvarez optó por una pizza que calentó en el microondas, en lugar de utilizar el horno. Esta se acabó quemando, y al abrir el microondas el humo hizo saltar las alarmas de incendio del edificio.
El inmueble tuvo que ser desalojado, como muestra la propia Natalia Álvarez en su cuenta de X, en una publicación que ya se ha hecho viral. En la misma se podía leer: "Adivinad quién poniendo una pizza en el microondas hizo saltar la alarma de incendios y debe 1500€ a los bomberos de Sídney, me quiero morir".
La protagonista del suceso ha explicado en Espejo Público que lo ocurrido no fue "nada grave (...) por suerte no hubo heridos ni nada".
Aun así, tras la traumática experiencia, promete "no tocar ningún microondas nunca más en mi vida, y si puedo no cocinar, ojalá también".
La española asegura que intentó advertir lo antes posible que "no había pasado nada, no había nada quemado, no había ningún herido, que no vinieran los bomberos, que estaba todo bien", pero no surtió efecto.
Ahora tendrá que asumir los gastos de la intervención de los bomberos, una cantidad que asciende a 1.500 euros.