Los suicidios entre policías y guardias civiles aumentan un 54%
Un total de 34 agentes se quitaron la vida durante el último año. El teléfono de la esperanza, de ayuda y prevención contra el suicidio es el 914 590 055 o el 717 003 717.
El Instituto Nacional de Estadística apunta que la tasa de suicidios en España es de 8,31 por cada 100.000 habitantes. Aunque esta cifra aumenta considerablemente si hablamos de agentes de Policía o Guardia Civil, donde asciende a 23,2 por cada 100.000 agentes.
Además, según los datos recogidos por el diario 'La vanguardia', los suicidios entre los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil han aumentado un 54% durante el pasado año, 2021. En concreto, 17 uniformados de la Policía Nacional y otros 17 de la Guardia Civil se quitaron la vida, que contrastan con los 22 agentes que se suicidaron en 2020.
Las alarmas de la Policía Nacional y Guardia Civil se han desatado al notificar estos 34 suicidios del último año, ya que se trata de la cifra más alta desde que hay registros. Además, han sucedido a pesar de que estos dos cuerpos estatales dependientes del Ministerio del Interior cuentan con planes de promoción de la salud mental y prevención de la conducta suicida.
Un agente se suicidó cada 11 días en 2021
Estas cifras suponen que a lo largo del 2021, un agente de la Policía Nacional o Guardia Civil se suicidó cada 11 días, sin incluir a los municipales y autonómicos. Cifras que superan a las del anterior máximo, que se dio en el año 2017, cuando se suicidaron 28 agentes.
Los agentes que más propensos son a quitarse la vida son los más jóvenes, de hecho, más de la mitad tenían ni 41 años.
Plan de promoción de la salud mental y prevención de la conducta suicida de la Policía Nacional
El 6 de noviembre de 2020, la Policía Nacional publicó su 'plan de promoción de la salud mental y prevención de la conducta suicida', en el que establece 45 medidas para "la promoción de la salud mental, y pretende conseguir, en última instancia, disminuir la cifra de suicidios en la Institución".
Además, indican que el objetivo es "la prevención de situaciones de vulnerabilidad tras la participación en intervenciones sensibles, la mejora en las capacidades de afrontamiento de los funcionarios que desarrollan determinadas actividades de fuerte impacto psicológico o la atención a las personas más allegadas, sean compañeros o familiares, ante las tentativas o ante suicidios consumados". Y en el caso de detectar que hay algún riesgo, se puede retirar de manera cautelar el arma al agente.
Aunque desde el sindicado policial Jupol consideran que sí está sirviendo de apoyo, creen que "hay que seguir mejorando el sistema de atención psicológica, incrementando el número de facultativos que prestan el servicio e implementando el mismo en todas las provincias".