¿Son las smash burger menos saludables que las hamburguesas tradicionales? Esto dicen los expertos
Esta técnica culinaria ha ganado gran popularidad en nuestro país, con múltiples establecimientos ofreciendo smash burger en sus menús.
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Madrid | 25.10.2023 10:18
La smash burger ha irrumpido con fuerza en el mercado gastronómico español. Cada vez más restaurantes la incorporan en sus menús y más consumidores se animan a probar este estilo de hamburguesa. Sin embargo, no se trata de un invento reciente.
El origen de estas particulares hamburguesas se remonta a los años 50 en Ashland, un pintoresco pueblo de Kentucky, Estados Unidos. Allí, un empleado de un restaurante de comida rápida descubrió que al presionar una hamburguesa con un bote de alubias durante su cocción, la textura y sabor del producto final mejoraban de manera sorprendente.
La denominación "smash" (que traducido al español significa "aplastado") describe la técnica de elaboración de este plato: en vez de usar un filete preformado, se parte de una porción esférica de carne que, al colocarse sobre una superficie caliente, es aplastada hasta lograr su característica forma discoidal. El objetivo es lograr una hamburguesa delgada, con una exterioridad crujiente y un interior jugoso.
Pero, ¿es la smash burger menos saludable que la hamburguesa tradicional? ¿Cuáles son las consecuencias para la salud de un consumo habitual de este alimento?
Smash burger: ¿menos saludable que la hamburguesa corriente?
Alejandro Sánchez, especialista en Nutrición Clínica Hormonal, director de StayNutri y creador de contenido en redes sociales, incide en que tanto la hamburguesa tradicional como la smash es saludable. "No existe la comida poco saludable o comida menos saludable que otra. Sin embargo, sí hay alimentos y platos que contienen ingredientes que impactan de forma negativa en nuestro organismo", explica el experto.
Sánchez afirma que la diferencia entre ambas opciones radica en la cantidad de carne. "Una hamburguesa de carne normal tiene entre 180 y 200 gramos, mientras que la smash burger pesa bastante menos, entre 80 y 110 gramos, aproximadamente", añade. Sin embargo, a pesar de que, generalmente, las hamburguesas tradicionales tienen más calorías que las smash, debido a su mayor cantidad de carne, el nutricionista alerta de que por cada 100 gramos de carne, un consumo de smash burger supone un mayor aporte calórico.
"Esto se debe a que la smash burger tiene menos agua que las hamburguesas corrientes, ya que, al aplastar la carne, se elimina la humedad. Por lo tanto, hay una mayor concentración de los nutrientes y de la grasa que aporta la carne roja", añade Sánchez.
Por su parte, Fátima Fernández, graduada en Nutrición Humana y Dietética, especializada en Seguridad Alimentaria y actual nutricionista en Serunion, sostiene que la smash burger puede ser de peor calidad que la hamburguesa corriente, debido a la técnica de cocinado. "Al preparar una smash burger, que es notablemente más delgada, el proceso de cocción es más rápido y, en consecuencia, requiere menos tiempo sobre el fuego. Esto resulta en una caramelización de la superficie", señala la nutricionista.
"Sin embargo, cuando adquieren un tono demasiado oscuro, se pueden volver más perjudiciales para el organismo, debido a las sustancias que se forman al quemarse", añade Fátima, que destaca la importancia de no sobrecocinar la carne.
Consumo frecuente de smash burger: consecuencias para el organismo
La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) recomienda que el consumo de carnes rojas sea "opcional, ocasional, moderado y en el marco de un estilo de vida saludable y activo", ya que aportan gran cantidad de grasas saturadas, colesterol, sal e incremento de grasa corporal, generalmente a nivel visceral.
Además, a la hora de analizar nutricionalmente las hamburguesas, también hay que tener en cuenta la composición y calidad nutricional del pan, del queso, de las salsas y de otros muchos alimentos que suelen componer o acompañar habitualmente a este plato, como refrescos azucarados y patatas fritas.
"Son muchas las revisiones sistemáticas y metanálisis que correlacionan el consumo de comida rápida y/o ultraprocesados con la prevalencia de sobrepeso y obesidad, tanto en niños como en adultos", explica Samara Palma, doctora en medicina, especialista en Endocrinología y Nutrición, y miembro del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
"Estos alimentos suelen ser hiperpalatables, es decir, altamente sabrosos. Por lo tanto, su consumo reiterado puede alterar las señales de apetito y saciedad y, en consecuencia, dar lugar a un consumo excesivo de los mismos", añade la doctora, y recalca que el consumo de este tipo de productos suele desplazar alimentos o patrones alimentarios más saludables, en los que abundan las frutas, verduras, cereales integrales y pescados frescos.
En concreto, los expertos señalan que la dieta mediterránea está "repleta de alternativas saludables y equilibradas que podemos incorporar a nuestro día a día con el objetivo de mejorar nuestro patrón alimentario". Entre ellas, Alejandro Sánchez destaca las siguientes:
- Hamburguesas de garbanzos o lentejas,
- Burgers de pescado
- Hamburguesa de pollo a las hierbas
- Hamburguesas vegetales mixtas
- Hamburguesas de tofu o tempeh
- Hamburguesas de espinacas y queso feta, entre otras opciones.