La Ruta del Tambor y el Bombo, unida para "romper la hora" pero con señas propias
Nueve pueblos componen la Ruta del Tambor y el Bombo en Teruel en la que la "rompida de la hora" se convierte en un espectáculo emocionante diferente en cada localidad. Justo en ese instante miles de tambores y bombos rompen el silencio con el estruendo que provoca que comiencen a tocar todos los instrumentos a la vez.
Son nueve los pueblos que integran la Ruta del Tambor y el Bombo en Teruel, compartiendo una manera ruidosa, emocionante y espectacular de vivir la Semana Santa que arranca en la casi todos ellos con la "rompida de la hora", un espectáculo diferente en cada localidad.
Es uno de los momentos más emocionantes de la Semana Santa turolense, la "rompida de la hora", justo ese instante en el que miles de tambores y bombos rompen el silencio con el estruendo que provoca que comiencen a tocar todos los instrumentos a la vez.
Esta tradición se repite cada año en ocho de los nueve pueblos de la Ruta. Siete lo hicieron en la medianoche de ayer, a la señal de bastones de mando o con mazazos de alcaldes, y hoy al mediodía lo ha hecho Calanda, en la rompida más cinéfila y televisiva gracias a la publicidad que le hizo un calandino ilustre, el director Luis Buñuel.
Ese toque cinematográfico que le dio su vecino más universal, haciendo a los bombos y tambores parte de sus películas, es lo que lleva a dar los primeros golpes de la rompida en un gran bombo colocado en mitad de la plaza a figuras destacadas de la gran pantalla, como este año la actriz Verónica Forqué.
En Albalate del Arzobispo, Híjar, Andorra, Samper y Urrea de Gaén visten túnica negra, al igual que Alcañiz, el único que no rompe la hora, y en Calanda y Alcorisa las túnicas son moradas, mientras que en La Puebla de Híjar rompen la hora con ropa de calle.
Del estruendo inicial de la "rompida" que se congrega en las plazas de los pueblos se pasa a los toques por cuadrillas por cada calle del pueblo, en un sonido que no cesa durante horas, la mayoría de ellos hasta el sábado, con sus días y sus noches.
En algunas localidades los bombos y tambores acompañan a las procesiones poco después de la "rompida", como en Andorra con la espectacular procesión de las antorchas, pero en otros los instrumentos se tocan solo por las calles para vivir así la Semana Santa.
Dicen en el Bajo Aragón turolense que con el estruendo de los más de 10.000 tambores y bombos que estos días recorren estas localidades evocan aquello que cuentan las Escrituras de que la tierra tembló cuando Jesucristo fue ajusticiado.
La Ruta fue declarada recientemente como Fiesta de Interés Turístico Internacional, un reconocimiento que ha contribuido todavía más a atraer a miles de personas hasta estos pequeños pueblos que esperan estos días llenar todos los establecimientos hosteleros.
La Semana Santa también se vive al son de mazas y palillos, de bombos y tambores en otros puntos de la provincia, especialmente en la capital. Teruel ha incorporado también la "rompida" en los últimos años hoy al mediodía y cada año se asienta más la tradición, que tiene asegurada su continuidad con la incorporación de los más pequeños. Acompañando a los santos, los tocadores ponen emoción a las procesiones estos días en la capital y ayer exhibieron en la denominada "Retreta" los toques que caracterizan a cada hermandad.