Se ha cumplido un mes del ingreso de Daniel Sancho en la cárcel de Koh Samui, Tailandia, tras haber confesado el asesinato del colombiano Edwin Arrieta. El joven de 29 años ya había recibido la visita de su madre, Silvia Bronchalo, y durante esta última semana, también ha estado con su padre, Rodolfo Sancho, el cual ha acudido a la prisión junto al abogado de la familia, Marcos García Montes.
El actor regresa ahora a España en lo que se cree que es una estrategia de comunicación, para no perjudicar a su hijo por la prensa que acapara. Sin embargo, Sancho ha explicado que se va de Tailandia mucho más "tranquilo" después de haber podido comprobar el estado en el que se encuentra Daniel y del buen funcionamiento de la cárcel, policía y sistema judicial del país.
Está muy bien alimentado
Según ha explicado Rodolfo Sancho, la realidad de las cárceles tailandesas no es como la que se imaginaba. Asegura que su hijo "tiene un gimnasio donde entrena" y que además "está muy bien alimentado".
Ha confesado que esperaba encontrarse "un Daniel mucho más delgado", pero "no solo no está más delgado, sino que ha cogido peso".
Además, el actor español se ha mostrado muy contento por el trato que están recibiendo tanto su hijo como él. "Está muy bien cuidado por gente tremendamente amable", dice y añade que "Daniel ha sido muy bien acogido y están muy atentos a que él se integre muy bien, se adapte muy bien".
En las cárceles tailandesas no hay violencia, ni mafias, ni drogas
"Estoy muy contento de saber que en las cárceles tailandesas no hay violencia dentro, no hay ningún tipo de mafia dentro, no hay droga dentro", ha manifestado Rodolfo Sancho.
Por otro lado, aunque reconoce que ha tenido menos trato con la policía del país, en todo el momento han estado "muy dispuestos a ayudar" y han sido "muy serviciales".
En cuanto al juzgado de Tailandia, Sancho apunta que se trata de "una burocracia tremendamente funcional y rápida". Además, confiesa que se mostraron "muy comprensivos con la situación", con la de "un padre que está preocupado por su hijo".
Sancho ha comentado que los funcionarios le dejaban ampliar sus horarios de visita en prisión. "Si a lo mejor un día tenía una visita de tres horas, pues han acabado siendo cinco, hombre, eso es de agradecer", declara.