Un robot foca podría aliviar la depresión en los pacientes con demencia
Un ensayo intenta aplicar en España esta terapia no farmacológica que ya ha tenido éxito en otros países
El Centro de Referencia Estatal de atención a personas con enfermedad de Alzheimer ha comenzado un ensayo para intentar mejorar la calidad de vida de las personas con demencia que viven en residencias.
El creador del robot, el profesor Takanori Shibata, explica que en determinadas fases de la demencia, los pacientes experimentan "depresión, dolor y agitación" que les puede llevar a actuar de forma violenta y ofender verbalmente. El problema es que la medicación no puede tratar estos síntomas y hay que buscar otros tratamientos para cubrir ese vacío.
El robot que se llama Buka, trata de cubrir ese vacío. "Ha sido aceptado como un dispositivo médico y hay evidencias clínicas de la mejora de los síntomas y la reducción de los psicotrópicos", afirma Shibata. La roboterapia es una terapia no farmacológica que permite que los pacientes con demencia se relacionen con los robots que a través de sus sensores e inteligencia artificial pueden interactuar con las personas como si fuera un ser vivo.
"Estudios recientes han demostrado que la roboterapia tiene efectos positivos sobre síntomas como la agitación, la ansiedad y la depresión", señala aunque se necesitan más estudio para conocer exactamente los beneficios de esta terapia.
El robot foca arpa "PARO" se creó hace más de 20 años, el inconveniente es que tiene un precio elevado que ronda los 6.000 euros. El Centro de Referencia Estatal del Alzheimer y otras demencias (CREA), con sede en Salamanca, prepara un estudio para evaluar si este robot terapéutico puede contribuir a mejorar los "síntomas psicológicos" de la enfermedad.
"Decidió que fuera una foca para que no hubiera expectativas de funcionamiento. No sabemos cómo se comporta una foca, así no percibes la diferencia con la realidad, algo que sería más difícil con un perro, por ejemplo", ha explicado el director de investigación del CREA.
El ensayo contará con 40 personas que tendrán a su disposición el robot y otras 40 como grupo de control. Se espera que el estudio dure seis meses, tres de tratamiento y tres de seguimiento. El objetivo es evaluar también cuánto duran los efectos del uso del robot, para determinar la duración de las futuras terapias.