El Rey pide serenidad ante una contienda política atronadora
En su mensaje de Nochebuena, Felipe VI hace un claro llamamiento a la serenidad que quieren los ciudadanos, frente a la contienda política, por muy legítima que sea.
Madrid |
Felipe VI centró su discurso en los afectados por la terrible DANA que asoló parte de Valencia y Castilla-La Mancha. "Las personas que perdieron la vida y los desparecidos merecen todo nuestro respeto y no debemos olvidar nunca el dolor y la tristeza que han dejado en sus familias", dijo nada más comenzar su discurso.
"Miles de personas vieron cómo lo que hasta hacía poco era su pueblo, su barrio, su trabajo, su casa, su negocio, su escuela, quedaban reducidos a escombros o incluso desaparecían. Un hecho difícil de asumir, pero del que todos deberíamos poder sacar las enseñanzas necesarias que nos fortalezcan como sociedad y nos hagan crecer".
Al hablar de la solidaridad que la DANA brotó de los españoles, Felipe VI dijo entender "la frustración, el dolor, la impaciencia, las demandas de una mayor coordinación y más eficaz de las administraciones".
Por encima siempre lo que conviene
"Por encima de las eventuales divergencias y desencuentros, prevalece en la sociedad española una idea nítida de lo que conviene,de lo que a todos beneficia y que, por eso, tenemos el interés y la responsabilidad de protegerlo y reforzarlo", afirmó el Jefe del Estado.
El consenso en torno a lo esencial
El Rey dejó claro que es responsabilidad de todas las instituciones, de todas las Administraciones Públicas, que esa noción del bien común se siga reflejando con claridad en cualquier discurso o cualquier decisión política.
El consenso en torno a lo esencial, dijo el Rey, como práctica constante, debe orientar siempre la esfera de lo público. "No para evitar la diversidad de opiniones, legitima y necesaria en democracia, sino para impedir que esa diversidad derive en la negación de la existencia de un espacio compartido".
Serenidad frente a la contienda política atronadora
El pacto de convivencia y el diálogo debe siempre nutrir la acción del Estado, señaló Felipe VI. Por eso "es necesario que la contienda política, legítima, pero en ocasiones atronadora, no impida escuchar una demanda aún más clamorosa: una demanda de serenidad. Serenidad en la esfera pública y en la vida diaria, para afrontar los proyectos colectivos o individuales y familiares, para prosperar, para cuidar y proteger a quienes más lo necesitan".
El Rey dejó claro un asunto vital: "No podemos permitir que la discordia se convierta en un constante ruido de fondo que impida escuchar el auténtico pulso de la ciudadanía".
Validez actual de la Constitución
Nuestra gran referencia en España es la Constitución de 1978, señaló Felipe VI, "su letra y su espíritu". Y llamó a preservar el gran pacto de convivencia donde se afirma nuestra democracia y se consagran nuestros derechos y libertades. "A pesar del tiempo transcurrido, la concordia de la que fue fruto sigue siendo nuestro gran cimiento. Cultivar ese espíritu de consenso es necesario para fortalecer nuestras instituciones y para mantener en ellas la confianza de toda la sociedad".
Gestionar la inmigración
Ante el fenómeno de la inmigración, Felipe VI llamó a un esfuerzo de integración que corresponde a todos. Pero también al respeto –de todos– de las leyes y normas básicas de convivencia y civismo, y el reconocimiento de la dignidad que todo ser humano merece. La manera en la que seamos capaces de abordar la inmigración, añadió el Rey, dirá mucho en el futuro sobre nuestros principios y la calidad de nuestra democracia.
Acceso a la vivienda
Ante uno de los problemas que más preocupa actualmente a los españoles, Felipe VI dijo que "se examinen las distintas opciones y que ese diálogo conduzca a soluciones que faciliten el acceso a la vivienda en condiciones asumibles, en especial para los más jóvenes y los más desprotegidos, pues ésta es la base para la seguridad, el bienestar de tantos proyectos de vida". "Y realmente podemos hacerlo".
Defensa de Europa
En un escenario cada vez más complejo, dijo el Rey, España y los demás estados miembros de la Unión Europea, debemos seguir defendiendo con convicción y con firmeza, junto con nuestros socios internacionales, las bases de la democracia liberal, de la defensa de los derechos humanos y de las conquistas en bienestar social sobre las que se asienta nuestro gran proyecto político.
Concluyó el mensaje volviendo a la DANA
El Rey volvió a los afectados por la DANA para concluir su discurso. "Que la solidaridad que nos ha unido en los momentos más difíciles siga presente en cada gesto, en cada acción, en cada decisión".
Hizo un llamamiento claro que las ayudas lleguen a todos los que lo necesiten, para que puedan reconstruir el futuro por el que tanto han luchado. Cuanto antes se consiga, antes reforzaremos nuestro sentido de comunidad, reflexionó Felipe VI, que concluyó su mensaje con el deseo de encuentro y convivencia entre los españoles.
La relevancia que el Rey da a este mensaje de Nochebuena se nota la decisión de volver al Palacio Real para emitirlo. Y dentro de él, al Salón de Columnas que es el de los grandes actos históricos en nuestro país y en este Reinado con presencia de la ciudadanía en distintas ocasiones. En 2015 también se eligió el Palacio Real, pero en aquella ocasión fue el Salón del Trono desde donde se lanzó en mensaje.
El Rey con traje azul marino, camisa blanca y corbata azul claro, con motivos de pequeños cuadrados en distintos tonos azules. Además de las banderas de España y de la UE, los españoles pudieron ver en una mesa de maderas nobles de la época de Carlos III una fotografía enmarcada con una imagen del esfuerzo conjunto de afectados, voluntarios y miembros de las Fuerzas Armadas, tras la DANA. No podía faltar tampoco una edición facsímil de la Constitución española. Y también motivos navideños: el Misterio y el Árbol de Navidad.