Con la llegada del frío algunas tareas del hogar pueden resultarnos más complicadas. Lavar los platos con agua fría o tender al aire libre son algunas de ellas.
En el caso de la colada, las bajas temperaturas no solo nos incomodan a la hora de tender, si no que también dificultan el secado de la ropa. Las prendas pueden tardar días en secarse por el frío y la humedad, y más aún las que son de gran tamaño.
Por eso, es habitual que muchas personas utilicen el radiador de casa a modo de secadora para acelerar el proceso. Sin embargo, los expertos desaconsejan esta opción ya que es poco eficaz, puede dañar nuestra ropa y perjudicar nuestra salud.
La experta en consumo, Rebecca Bebbington, explica en el medio británico 'The Mirror' que utilizar el radiador para secar la ropa genera más humedad en el aire, lo que hace que el secado sea aún más largo: "Entiendo por qué la gente hace esto, pero en realidad aumenta la humedad en el aire, lo que no es bueno", señala.
En su lugar, la experta recomienda "poner la ropa en un centrifugado adicional, separar las prendas en el tendedero y aprovecha la luz natural que entra en casa". También aconseja dar unas "vueltas extra" a la colada en la lavadora. "Solo otros diez minutos eliminarán aún más agua. Cuando saques tu ropa, estará un poco más seca antes de colocarla en el tendedero".
Cabe recordar que los ambientes húmedos son caldo de cultivo para que prolifere el moho, y esto puede ocurrir secando la ropa dentro de casa. El moho puede causar aspergilosis, una afección fúngica que puede afectar el sistema respiratorio y puede propagarse a cualquier otra parte del cuerpo.
Asimismo, colocar la ropa mojada directamente sobre una superficie muy caliente puede provocar que, dependiendo del tejido, la prenda se quede pegada, destiña o le queden marcas del radiador.