Por qué usar esponjas de baño puede ser peligroso para tu salud
Las esponjas de baño es uno de los productos de higiene más utilizados. Sin embargo, muchos dermatólogos no recomiendan su uso.
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La limpieza es un factor para cuidar nuestra salud. Adquirir unos correctos hábitos de higiene personal puede ayudarnos a prevenir enfermedades, aumentar la sensación de bienestar y fomentar las relaciones interpersonales.
Dentro de nuestra rutina de higiene debemos incluir la ducha. Casi dos tercios de la población se ducha diariamente y los expertos señalan que este hábito no es perjudicial siempre que no pasemos demasiado tiempo bajo el agua. Y a la hora de la ducha, la esponja es otro imprescindible, o esa es la creencia generalizada.
Por qué no es recomendable usar esponjas de baño
La mayoría de personas utilizan las esponjas de baño durante la ducha, pero esto no es tan recomendable como pensamos. Las usamos para eliminar la suciedad de nuestra piel, sin tener en cuenta que, en realidad, son un caldo de cultivo para los gérmenes,
Así lo explica un estudio publicado en Journal of Clinical Microbiology. y muchos dermatólogos no aconsejan su uso. Las material poroso de las esponjas tiende a recoger toda las bacterias y células muertas de la piel al frotar, y, si a esto sumamos la humedad del baño, se crea un entorno perfecto para que proliferen todo tipo de gérmenes.
Además, tenemos que tener en cuenta que esta acción es acumulativa. Cada vez que nos duchamos, gérmenes como el Staphylococcus van incorporándose a nuestra esponja. Y el peligro no termina aquí, si además se usa la esponja sobre la piel con heridas o poros abiertos, las bacterias pueden provocar infecciones.
El farmacéutico y bloguero Álvaro Fernández (farmaceuticofernandez en Instagram) explica en un vídeo que las esponjas y cepillos exfoliantes, al frotar, pueden provocar una erosión que produzca irritación en la piel. Recuerda, además, que "hay más bacterias en una esponja que en la taza del váter" y recomienda utilizar las manos en lugar de este accesorio de baño.
Cada cuánto hay que cambiar la esponja
Si a pesar de todo eres incapaz de ducharte sin esponja, los dermatólogos recomiendan cambiarla cada 2 meses si son de plástico o cada 2 o 3 semanas si son naturales. Asimismo, si la esponja tiene algo de moho, hay que tirarla inmediatamente.