La ciudad china de Shanghai ha empezado a administrar una vacuna COVID-19 inhalable, lo que les convierte en la primera ciudad del mundo en utilizar esta vía para la protección contra el virus.
La vacuna se ofrece de forma gratuita como dosis de refuerzo para personas previamente vacunadas y se administra por inhalación vía oral a través de un aerosol. Las vacunas sin aguja son un aliciente para que personas con aversión a las agujas puedan acceder a vacunarse. Otra de las ventajas es su facilidad para administrarlas lo que hace más sencillo su traslado y aplicación en países subdesarrollados.
Un video publicado por un medio de comunicación chino en línea mostraba a personas en un centro de salud aplicándose esta vacuna. Para ello mediante una boquilla inhalaban el contenido de un pequeño bota. Tras la inhalación tienen que contener la respiración unos segundos.
La ha creado la empresa biofarmacéutica china CanSino Biologics Inc. como una versión en aerosol de la vacuna de adenovirus de la misma empresa. La compañía asegura que ya han pasado los ensayos clínicos en países como Hungría, Pakistán, Malasia, Argentina y México. La OMS ha informado que hay una docena de vacunas de este tipo en periodo de pruebas.
Los expertos de la marcaaseguran que la ventaja de este tipo de vacuna es que actúa en cuanto el virus entra por la nariz o boca sin que llegue al resto del sistema respiratorio aunque es no quita que también proteja el resto del organismo en caso de que el virus acceda a nuestro cuerpo.