Qué es la diálisis: por qué y en qué casos es necesaria
Cuando los riñones fallan conviene saber qué es una diálisis y cuáles son los tratamientos más habituales para tener una vida normal.
Cuando una persona sufre una insuficiencia renal debido a que los riñones no realizan bien su labor, el tratamiento más habitual es la diálisis, procedimiento mediante el que se extraen las toxinas y el exceso de agua de la sangre. Es decir, la respuesta más sencilla para responder a la pregunta de qué es una diálisis sería la siguiente: tratamiento que limpia la sangre cuando los riñones no son capaces.
¿Qué es una diálisis?
Dejando de lado esta simple explicación, la propia Real Academia Española la define del siguiente modo: "Que elimina de la sangre el exceso de sustancias nocivas, por ejemplo, la urea en la diálisis peritoneal". Por lo tanto, estamos hablando de un tratamiento que resulta esencial para la supervivencia de aquellas personas cuyos riñones no son capaces de depurar la sangre.
Eso sí, no siempre se lleva a cabo del mismo modo, sino que, a grandes rasgos, existen dos modalidades. Estas presentan no pocas diferencias y su aplicación depende tanto de las características del paciente como de sus propias preferencias. Son la hemodiálisis y la diálisis peritoneal.
¿Qué es una diálisis peritoneal?
Cuando se opta por la diálisis peritoneal se está haciendo por un método que elimina los desechos que se acumulan en la sangre mediante una membrana que recubre el abdomen. Para ello se transfieren por difusión desde la propia sangre hasta un líquido que con anterioridad se ha introducido en la zona abdominal, concretamente en el peritoneo (de ahí su denominación). En el momento en que las sustancias que no han eliminado los riñones se han depositado en el líquido de la diálisis es necesario cambiarlo, sustituyéndolo por otro que esté limpio. Este proceso se deberá repetir cada cierto tiempo, pero otorga una gran autonomía al paciente, ya que puede hacer vida normal. Asimismo, la diálisis peritoneal puede ser de dos tipos: continua ambulatoria o automatizada.
Qué es la diálisis peritoneal continua ambulatoria
El proceso del cambio de líquido se está realizando en todo momento, lo que implica que el paciente deba sustituir el que se llena de toxinas por otro nuevo cada cuatro o cinco horas. Esto le lleva aproximadamente treinta minutos y lo realiza mediante un catéter. Como hemos apuntado, puede hacer vida normal.
Qué es la diálisis peritoneal automatizada
En este caso es una máquina la que se encarga de realizar el cambio del líquido mientras el paciente está durmiendo. De ese modo, durante las ocho horas de sueño el proceso es continuo, lo que posibilita que durante el día no sea necesario ningún cambio más o, como mucho, hacerlo en una ocasión.
¿Qué es la hemodiálisis?
Por otro lado, la segunda de las opciones para hacer frente a un fallo renal es la hemodiálisis. Este método emplea una máquina que hace las veces de riñón artificial, de manera que extrae la sangre desde una vena mediante un catéter, la depura, y la vuelve a introducir en el organismo a través de otra vena.
Al tratarse de una operación que requiere de una maquinaria más compleja, lo más habitual es que el paciente acuda a un centro médico varias veces a la semana para someterse a la depuración de la sangre. Una vez allí, las sesiones suelen durar de tres a cinco horas. En ese tiempo, debe permanecer quieto.
Como se puede adivinar, la hemodiálisis provoca una mayor dependencia por parte del paciente, ya que no puede saltarse ninguna sesión. Como compensación se encuentra el hecho de que no necesita preparación por su parte, únicamente acudir al centro médico.
Contraindicaciones de ambos métodos
Una vez explicados ambos tipos de diálisis, conviene puntualizar cuáles son las principales desventajas de cada uno de ellos.
- Hemodiálisis. Cuando el paciente se encuentra en la sesión puede experimentar mareos, náuseas e incluso dolores de cabeza. También existe la posibilidad de experimentar cansancio al día siguiente. Asimismo, la fístula corre el riesgo de infectarse.
- Diálisis peritoneal. El mayor peligro se encuentra en las posibles infecciones que se producen en la zona por la que se introduce el líquido.