Madrid |
La convocatoria de huelga general y paros parciales para este 15 de octubre en toda España ha cobrado un especial protagonismo tras el reciente acuerdo de paz firmado entre Israel y Hamás para la desescalada de la guerra en Gaza. Pese al histórico pacto auspiciado por la comunidad internacional, sindicatos como CGT, Solidaridad Obrera, ASC y la Confederación Intersindical, junto a plataformas estudiantiles y movimientos propalestinos, han decidido mantener la protesta para exigir el cese definitivo de la violencia, el respeto a los derechos del pueblo palestino y acciones concretas del Gobierno español.
La movilización abarca tanto el ámbito laboral como el educativo, presenta servicios mínimos garantizados y prevé manifestaciones masivas en decenas de ciudades, reflejando el persistente malestar social ante lo que los convocantes describen como una respuesta internacional insuficiente a la situación en Gaza.
Pese a la ratificación del acuerdo de paz —firmado en una cumbre internacional en Egipto, donde Trump y otras figuras avalaron el alto el fuego—, los convocantes señalan que "ningún plan de paz es legítimo sin justicia para Palestina ni si perpetúa la ocupación" y enfatizan que las violaciones al derecho internacional y las tensiones regionales siguen sin resolverse. Afirman que es "más necesaria que nunca" la movilización porque las causas estructurales del conflicto permanecen intactas y exigen que se escuche a la sociedad civil palestina.
El Gobierno ha dictado servicios mínimos en sectores clave como transporte urbano (funcionando al 66%), sanidad, educación y servicios sociales para asegurar la cobertura básica a la ciudadanía durante la huelga. Las protestas incluyen paros laborales, acciones informativas, piquetes y manifestaciones coordinadas por todo el país.
Los sindicatos mayoritarios justifican la continuidad de la protesta y advierten que el acuerdo es un pacto parcial y punta de lanza de un proceso "por fases", que podría quebrarse en cualquier momento y no contempla las garantías exigidas por las resoluciones de Naciones Unidas.
"Mantenerse vigilantes y reivindicativos es la única forma de presionar para que no se perpetúe la impunidad", aseguran en sus comunicados oficiales.