ALTAS TEMPERATURAS

Qué efectos tiene el calor sobre tu salud

Exponernos a altas temperaturas supone un riesgo para nuestra salud; máxime si ya tenemos patologías previas. Por eso es importante conocer los diferentes efectos del calor sobre nuestra salud.

Ola de calor: nueve comunidades en alerta por altas temperaturas

ondacero.es

Madrid | 10.08.2023 17:08

Una mujer se abanica en Vitoria | Europa Press

Nuestro cuerpo es homeotermo: es decir, nuestro metabolismo se ajusta para que la temperatura interna sea siempre constante. Cuanto más sube nuestra temperatura, más le cuesta a nuestro organismo realizar sus funciones fisiológicas, y más nos deshidratamos. Es decir, perdemos agua, que es fundamental para un buen funcionamiento de los órganos vitales.

Factores de riesgo

Los factores que más nos deshidratan y nos des regulan, incluyen:

  • Altas temperaturas durante un tiempo prolongado.
  • Un alto grado de humedad.
  • Falta de viento.
  • Contaminantes atmosféricos, en especial altos niveles de ozono o partículas en suspensión.
  • Un entorno muy urbanita (conocido como "isla de calor").

Los efectos sobre tu salud

Los efectos que puede tener el calor sobre tu salud son muchos, y van desde ligeras molestias hasta poner en riesgo la vida. Entre los efectos más directos, están:

  • Agotamiento: los efectos incluyen náuseas, vómitos, desmayos, dolor de cabeza, sudoración, sed, pulso irregular, respiración acelerada, etc.
  • Calambres.
  • Síncope o lipotimia: más habitual entre hipotensos e hipoglucémicos. Suele ser corto y puede llevar al desvanecimiento.
  • Dermatitis: provoca picazón, hinchazón y enrojecimiento continuos.
  • Golpe de calor: la temperatura sube rápido hasta los 40ºC, acompañada de confusión, delirios, dolor de cabeza, pulso acelerado e incluso convulsiones. Si no se trata rápido, puede causar un fallo multiorgánico con graves secuelas, o incluso la muerte.

La mayor parte de los ingresos hospitalarios y de mortalidad por calor, tienen que ver con el agravamiento de patologías previas. Los efectos indirectos incluyen:

  • Agravamiento de enfermedades anteriores: sobre todo cardiovasculares, respiratorias y renales. Los síntomas van desde la hiperventilación y sudoración, hasta la formación de trombos o incluso infartos de miocardio.
  • Enfermedades transmitidas por el agua.
  • Intoxicaciones alimentarias: causadas por el consumo de alientos en mal estado. Incluyen gastroenteritis o brotes infecciosos.
  • Alteraciones de la conducta: mal humor, irritabilidad, etc.

Los perfiles más afectados

La tolerancia al calor y la adaptación a los cambios de temperatura es diferente para cada persona. Influyen factores individuales, adaptativos,hábitos personales y sociales, e incluso el entorno.En general, los grupos de población más vulnerables o de riesgo son:

  • Lactantes y menores de edad: muy sensibles por sus mecanismos de autorregulación aun formándose. Además, son más activos físicamente, se exponen más al Sol y más inconscientes.
  • Mayores de 65 años: sobre todo ancianos que viven solos, con enfermedades crónicas, y discapacitados
  • Personas dependientes o con poca autonomía.
  • Embarazadas: más propensas a deshidratarse, aumentando el riesgo de un parto prematuro.
  • Personas con enfermedades crónicas: en especial cardiovasculares, renales, neurológicas, respiratorias, diabetes, etc.
  • Personas que consumen ciertos medicamentos: sobre todo antidepresivos, broncodilatadores, diuréticos, antihipertensivos, antiepilépticos, etc.
  • Obesos.
  • Trabajadores al aire libre y deportistas: están más expuestos por realizar un esfuerzo físico al sol y al calor.
  • Personas en situación de exclusión solar.
  • Viajeros y turistas originarios de zonas más frescas, poco acostumbrados a altas temperaturas.
Para enfrentarnos de la mejor forma posible al calor, os recomendamos estos útiles consejos para hacerles frente.