Qué es el cannabis medicinal, para qué sirve y en qué se diferencia del recreativo
A las puertas de una posible regulación del uso de cannabis terapéutico, cada vez surgen más dudas sobre los distintos tipos de consumo. Conoce cuales son las diferencias entre el cannabis medicinal y el recreativo.
El informe 'Monografía y cannabis 2022. Consumo y consecuencias', presentado recientemente por el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones (OEDA) y la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas (DGPNSD), ha destacado que el cannabis es la sustancia ilegal más consumida por los españoles. Únicamente le superan el alcohol y el tabaco, pero ambas son de uso legal.
Este martes, 21 de junio, el Congreso ha votado el informe final que permite que se regule el uso terapéutico del cannabis. La propuesta ha salido adelante gracias a los votos a favor de PSOE, Unidas Podemos, Ciudadanos, PNV y PDeCAT, la abstención de ERC y Bildu, y el voto en contra de PP y VOX.
Pese a un aumento de denuncias por consumo o tenencia ilícita y un encarecimiento del precio de la marihuana y el hachís, esta droga sigue siendo la favorita de los españoles, y cada vez surgen más dudas sobre sus usos.
¿Cómo es el consumo de cannabis en España?
La edad media en la que se inicia el consumo de esta droga es de 14,9 años, mucho más baja que las demás sustancias ilegales. La marihuana es la forma más consumida. A estos datos le siguen el uso combinado de marihuana y hachís, que conforman un 33,5% de los consumidores de la droga.
El 87,7% de las personas lo mezclan con el tabaco, y aquellos que han fumado cannabis en los últimos 30 días reconocen fumar una media de 3,3 porros diarios. Esto hace que sea la cuarta sustancia psicoactiva más consumida por la población menor de 64 años, y su máximo de usuarios alcanzó el 37,5% por primera vez en 2020.
El grupo con mayor prevalencia de consumo el último mes es el de los 15 a los 24 años, con un 15,9% de usuarios activos. Estos datos van disminuyendo con la edad. La percepción del riesgo de consumir cannabis continúa a la baja: el 52,2% de los adolescentes de 14 a 18 años sentían que podría tener consecuencias importantes para la salud. Esto son casi veinte puntos menos que los datos del año 2006.
¿Cuáles son las diferencias entre el consumo médico y recreativo?
La diferencia entre ambos usos esla razón por la que se consume. Las variedades pueden contener una cantidad distinta de THC (tetrahidrocannabinol) y CBD (cannabidiol), pero todas pueden ser consumidas con fines medicinales y recreativos.
El compuesto CBD es el cannabinoide más apreciado dadas sus propiedades medicinales. Mientras que el THC es el principal ingrediente activo, el CBD es cada vez más demandado, y por ello hoy en día crean muchas variedades con un porcentaje alto. Los usos medicinales son variados: el efecto psicoactivo es muy pequeño o incluso inexistente y pueden reducir cuadros epilépticos muy complicados.
El aspecto exterior de las plantas es siempre el mismo. Las hojas pueden ser más grandes o pequeñas, las plantas mas altas o cortas, y la mayor parte son verdes con flores y hojas maduras de muchos colores. La diferencia real está en el contexto moral y jurídico entre el uso medicinal y el recreativo.
Las personas que deciden utilizar el cannabis para pasar un buen rato, lo hacen por sus efectos psicotrópicos. Además, su uso puede asociarse con un alto riesgo de la alteración de las funciones psicomotoras y cognitivas, pero el cannabis también puede ser un aliado a la hora de aliviar los síntomas de diferentes enfermedades como el dolor crónico, el cáncer, el insomnio o el estrés.
¿Cómo se utiliza el cannabis?
En el caso de los usos recreativos, se busca un efecto rápido e intenso, mientras que personas que busquen un alivio medicinal utilizarán menos cantidad de manera más regular.
Existen cuatro métodos principales de administración en terapias medicinales:
- Administración sublingual: De los métodos más populares. Se utilizan gotas, aerosoles o pastillas administradas debajo de la lengua. Los efectos duran varias horas y comienza a ser notable a partir de los 40 minutos de la aplicación.
- Aplicación tópica: Las cremas, aceites, lociones o bálsamos son buenas opciones para aplicar en una zona concreta del cuerpo. El efecto puede durar hasta 5 horas. Se utiliza en casos de dolores musculares o afecciones articulares.
- Ingesta: Se puede consumir a través de productos comestibles, bebidas o cápsulas y duran entre 4 y 6 horas desde la ingestión.
- Inhalación: Cuenta con un efecto muy rápido, pero solo dura unos minutos. El vapor se inhala a través de las vías respiratorias, llegando al torrente sanguíneo a través de los pulmones. Suele ser el método seleccionado para el consumo recreativo.