caso Marta Calvo

Prisión permanente revisable para el asesino de Marta Calvo: la deuda que aún queda con la familia

El asesinato de Marta Calvo se ha saldado con la máxima pena que registra el Código Penal de España para el asesino Jorge Ignacio Palma. Sin embargo, hay una deuda. Saber dónde está el cuerpo de Marta. Esta es la cronología completa del caso.

ondacero.es

Madrid | 24.09.2024 06:19

Prisión permanente revisable para el asesino de Marta Calvo: la deuda que aún queda con la familia | EFE

El Tribunal Supremo ha dictaminado prisión permanente revisable para Jorge Ignacio Palma por asesinar a la joven Marta Calvo en noviembre de 2019. En la noche del 6 al 7 de noviembre, Marta charlaba con su madre, Marisol Burón sobre el negocio que ambas tenían pensado lanzar. Un centro de estética que se iba a llamar 'Ponte Guapa'. Fue la última vez que Marisol habló con su hija.

Marta tenía como gran sueño comenzar su propio negocio de la estética. Estaba todo listo y ya estaba preparado el contrato de alquiler del local. "Mamá, no voy a poder ir", es el escueto WhatsApp que recibió la madre. Ante su sorpresa, Marta insistió. "Mamá, no te preocupes, estoy con un chico", y a continuación hizo algo que siempre hacía, mandó la ubicación del sitio en el que se encontraba. Una casa en Manuel, un pueblo de Valencia. El domicilio de Jorge Ignacio Palma.

En 'Una Historia de Crímenes', el periodista Manu Marlasca define a Jorge Ignacio como "un traficante de drogas colombiano y un degenerado con parafilias muy particulares, lo que él denominaba las fiestas blancas''. Marta Calvo fue su última víctima.

Pasó la noche y Marisol seguía sin tener noticias de su hija. Veía la última hora de conexión y algo no encajaba. Se fue a su trabajo, pero al seguir sin noticias del paradero de Marta, le entró una crisis de ansiedad y tuvo que marcharse. En ese momento, acudió a la Policía Nacional. Sin embargo, al ser Marta, una mujer independiente que no vivía en casa de su progenitora, no dieron mucha importancia al caso. En ese momento, no lo dudó. Marisol cogió el coche para acudir a la ubicación que había recibido en su teléfono la noche anterior.

Al llegar a la casa de Manuel, ve luces en el interior y se tranquiliza al pensar que su hija puede estar dentro. Llama al timbre y le abre un hombre que no en principio no le causa mala sensación. Esa persona era Jorge Ignacio, el ahora condenado por el asesinato de su hija. Marisol le pregunta por Marta. El colombiano responde que no conoce a ninguna Marta y que ahí no hay nadie y la invita a pasar a comprobarlo. Marisol se fio de sus palabras y no entró. Posteriormente, ha asegurado que si hubiera decidido entrar, sabe que no hubiera salido.

A los días, el caso empieza a coger consideración. Tanto es así que se hacen públicas fotos del sospechoso. Es en ese momento, cuando empiezan a aparecer más víctimas. Otras mujeres que habían tenido experiencias muy traumáticas con Jorge Ignacio Palma. Y se conocen detalles. La 'fiestas blancas' de Jorge Ignacio, consistían en introducir cocaína de gran pureza en la vagina o el ano de las mujeres, sin que ellas se dieran cuenta. En esas zonas, la droga se absorbe a través de mucosas y va directamente al torrente sanguíneo, lo que puede desencadenar sobredosis severas e incluso la muerte.

En diciembre de 2019, Jorge Ignacio Palma se entrega en el Juzgado de Alzira. "Estoy aquí, he desmembrado a una mujer y me entrego", fueron sus palabras. Marisol recibe la llamada más dura de su vida. Al otro lado del teléfono estaba la persona que llevaba la investigación del caso de su hija. "Tengo malas noticias...". La madre no pudo seguir con el teléfono, ya sabía lo que eso significaba.

El asesino señala que estaba "muy asustado" tras lo que él intentó justificar como una muerte por sobredosis en la que no tuvo nada que ver, y al estar en ese estado de nerviosismo, descuartizó el cuerpo y lo llevó a diversos contenedores. En el juicio aseguró que pensó en suicidarse, pero que no lo hizo porque "no había matado a nadie". Sin embargo, es una versión que no se sostiene, ya que nada de lo que averigua la Policía y la Guardia Civil concuerda con su testimonio.

Registran su casa y no hay ninguna evidencia de que allí se haya producido un descuartizamiento. Aunque hubiera hecho una minuciosa limpieza, es imposible que no hubiera quedado algún rastro del desmembramiento de Marta.

Si no se encuentra el cadáver, no se le puede practicar la autopsia y, por tanto, no se puede acreditar las circunstancias del fallecimiento. Jorge Ignacio Palma piensa que si no se puede demostrar de qué murió Marta, no se le podría condenar y se impondría la versión de la muerte accidental.

Pero Jorge Ignacio no contaba con el hecho de que antes había matado a otras dos mujeres de la misma forma, y lo intentó con otras seis. Las causas se unificaron. Por mayoría, los miembros del jurado entendieron que ocultar el cuerpo de la víctima fue para no exponerse a mayores agravios y además, causando un profundo dolor en la familia de Marta.

En 2022 fue condenado a 159 años de cárcel y 11 meses por los tres asesinatos y por otros 14 intentos. Ahora, el alto tribunal considera que la prisión permanente revisable emerge, en este caso concreto, como una figura jurídica justificada al tratarse Jorge Ignacio Palma de un "asesino en serie", asegura literalmente el dictamen emitido por el Tribunal Supremo.

La deuda con la familia

Marisol lamenta profundamente no saber el paradero del cuerpo de Marta: "Me ha robado a mi hija y me ha robado mi duelo. El cerebro está hecho que para creer tienes que ver, yo aún tengo fantasías de que a mi hija no se la han llevado. Por eso es fundamental encontrar el cuerpo, enterrarlo y poder ir a llevarle flores a mi hija", afirma al borde del llanto en 'Una Historia de Crímenes'.

"[El hallazgo de los restos mortales] va a depender exclusivamente de él, porque solamente es él quien sabe dónde está el cuerpo", asegura el portavoz de la familia, Mariano Navarro, a preguntas de esta emisora de radio.

"Evidentemente, lograr encontrarlo sería cerrar o empezar con un sano duelo que, hasta ahora, como en cualquier caso de desaparecidos, es imposible e inviable por las circunstancias", añade el portavoz de la familia de Marta Calvo.