Preocupación del Ayuntamiento de Villamanín por el lío de El Gordo: un pueblo dividido y enfrentado
El Ayuntamiento ha emitido un comunicado en el que expresa su preocupación por las posibles consecuencias que se pueden derivar del lío de la lotería.
El espíritu casi mágico que evoca el sorteo de la Lotería de Navidad ha quedado roto por completo en Villamanín. El Ayuntamiento de la localidad ha expresado su preocupación por la situación que atraviesa el municipio leonés tras la polémica generada por el cobro del Gordo de la Lotería de Navidad. En un comunicado, la Alcaldía lamenta la imagen que se está trasladando al exterior de un pueblo dividido y enfrentado a raíz del error en la venta de participaciones premiadas.
"Confiamos en que Villamanín pueda superar esta situación y seguir siendo un ejemplo de comunidad unida", rezan en su escrito, algo que ahora mismo parece alejado por lo sucedido desde el pasado 22 de diciembre, una situación "que no representa ni el sentir ni los valores de convivencia que siempre han caracterizado a Villamanín", añaden.
El consistorio quiere intermediar para que se llegue a un punto de encuentro: "Consideramos prioritario preservar la convivencia vecinal y contribuir a que la situación pueda resolverse". Por ello, el Ayuntamiento ofrece su colaboración "facilitando el diálogo y poniendo a disposición espacios municipales si ello puede ayudar a alcanzar una solución".
Un pueblo roto
Mientras se busca una solución definitiva que permita subsanar el desajuste provocado por la venta irregular de papeletas, el ambiente en la localidad es de tensión y desencuentro. El municipio se ha partido entre quienes están dispuestos a aceptar un reparto del premio aunque suponga perder parte del mismo y quienes reclaman cobrar íntegramente lo que consideran que les corresponde.
Esta fractura social se ha hecho visible tanto en reuniones vecinales como en redes sociales, donde algunos agraciados han mostrado su malestar por el desarrollo de los acontecimientos tras el encuentro celebrado el pasado viernes. Comentarios cruzados y reproches públicos han alimentado la sensación de que el conflicto ha ido más allá del ámbito económico.
En este contexto, también han surgido voces de apoyo a los jóvenes de la comisión de fiestas, señalados como responsables del error pero defendidos por parte del vecindario por el trabajo realizado en los últimos años. Una vecina recordaba que fueron ellos quienes lograron cohesionar al pueblo y generar un sentimiento de orgullo colectivo en torno a la "marca Villamanín".
"Estos chicos consiguieron unificarnos a todos, estábamos orgullosos de ir con la sudadera del pueblo y de llevar el nombre de Villamanín a otros sitios", explicaba, lamentando que ese espíritu se haya perdido con la polémica actual.
Desde el Ayuntamiento insisten en su pesar por la situación y apelan a la calma y a la responsabilidad para reconducir un conflicto que ha roto la convivencia en un municipio acostumbrado a resolver sus problemas de forma colectiva. El objetivo, subrayan, es recuperar la unidad y dejar atrás un episodio que ha empañado la mayor alegría que podía traer el Gordo de Navidad.