En lo que llevamos de verano, España ya ha vivido dos intensas olas de calor que ha llevado a los termómetros a registrar temperaturas nunca vistas hasta ahora, según los datos preliminares de la AEMET.
Y si bien es cierto que exponernos con moderación al sol puede tener una serie de beneficios para nuestra salud, como la vitanima D -esencial para el sistema nervioso, muscular e inmunitario- o el incremento del nivel de serotonina -conocida como la 'vitanima de la felicidad'-, también puede ser peligroso y hasta perjudicial para nuestro organismo.
Desde la Sociedad Española de Neurología (SEN), advierten que las altas temperaturas y el calor aumentan el riesgo de padecer dolores de cabeza debido a la dilatación de las arterias y el aumento de la presión atmosférica. Y, tal y como explica el programa de Saber Vivir de TVE, "el sol puede hacer que los vasos sanguíneos de la cabeza se ensanchezn", lo que supone que se presente una cefalea.
Esto es así porque, detalla la televisión pública, el cebrero nos avisa de que se está saturando en momentos de calor extremo. Así, activa los circuitos del dolor que liberan sustancias inflamatorias. De ahí que los vasos sanguíneos se dilaten y duelan. De hecho, según un estudio de la escuela de medicina de Harvard, solo el hecho de que se aumente la temperatura ambiental en cinco grados, se eleva un 7,5% el riesgo de sufrir dolor de cabeza en las siguientes 24 horas.