El papa Francisco ha abandonado este sábado el hospital Gemelli de Roma en el que permanecía ingresado desde el pasado miércoles a causa de una bronquitis y a su salida, preguntado por su estado de salud, respondió entre risas: "Estoy todavía vivo".
Tras recibir el alta, el pontífice argentino salió del hospital a las 10:20 horas locales (09.20 GMT) a bordo de un utilitario y, a su salida, llegó a bajar al coche ayudado por un bastón, para saludar a los fieles y agradecer a los periodistas que han informado sobre su salud.
El pontífice argentino, de 86 años, presidirá mañana la misa del Domingo de Ramos en la Plaza de San Pedro el Vaticano, que abre oficialmente los ritos de la Semana Santa.