MALTRATO A MENORES

El padre de la casa de los horrores de Colmenar obligaba a sus hijas a "ver vídeos porno" y representarlos

Una de los ocho menores de la casa de los horrores de Colmenar ha ofrecido un nuevo estremecedor testimonio en el que explica el maltrato físico y psicológico que recibían por parte de su padre. El doctor pegaba a sus hijos con cuchillos o rodillos de amasar y obligaba a sus hijas a ver vídeos pornográficos con él y representarlos.

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ondacero.es

Madrid | 03.05.2023 09:25

Imagen de la casa de los horrores de Colmenar Viejo | EFE

Continúan conociéndose detalles dl caso que ha estremecido a toda España de ocho menores maltratados por su padre en una casa de Colmenar Viejo, Madrid. Una de las niñas ha ofrecido un nuevo testimonio, al que ha tenido acceso el diario 'El Mundo', en el que explica cómo eran las palizas constantes que sufrían, tanto ellos como su madre, por parte de su progenitor, el doctor D.S.S del Hospital Gregorio Marañón.

Según confiesa la joven, "las palizas físicas ocurrían con frecuencia", para las que utilizaba cuchillos o rodillos de cocina para amasar, entre otras cosas. "Un día nos preguntó que si le íbamos a desobedecer, y le contesté que sí. 'Ah, que te pones chulita', me dijo. Y cogió, como siempre, un cuchillo. Otras veces usaba el rodillo de amasar o su propia mano. La última vez, antes de denunciarle, me dejó un gran moratón en el brazo con el rodillo. Con el cuchillo nos daba en la cabeza, he tenido brechas...", declara

Me pateó contra el radiador

"Otra vez me dijo: 'Arrodíllate ante mí'. Lo hice y me pateó contra el radiador, pisoteándome la cabeza y la espalda", apuntó la mejor en su declaración. Además, al ser preguntada por si alguien le preguntaba por las marcas, la víctima de estos maltratos le contestó que 'sí', sin embargo, siempre ponía alguna excusa, como que se había caído o se lo habían hecho sus hermanos pequeños con los juguetes.

Por ejemplo, recuerda que fue su mejor amiga la que se percató de su última lesión, a la que ella explicó que se había caído por las escaleras, " fue lo que me habían dicho mis padres que dijera", sostiene.

Asimismo, el día anterior a que les diesen las calificaciones en el colegio, como su padre sabía que suspendería tres asignaturas, le dijo: "Mañana te espero en casa con las notas, por la tarde vamos a tener fiesta". Y recalca que "'fiesta' significaba la típica paliza". "No quería volver a casa. Le dije a mi hermana que papá me iba a matar. Con mis amigas, del miedo, se me saltaron las lágrimas. Insistieron en qué me pasaba y ya lo confesé: que mi madre y mis hermanos éramos maltratados durante mucho tiempo", rememora.

Obligadas a ver porno y representarlo con él

Las palizas también ocurrían cuando se negaba a "representar los vídeos pornográficos" con su padre. Que, además, obligaba a ella y a sus hermanas "a ver vídeos porno junto a él".

Por otro lado, la menor también ha reconocido que su madre era otra de las víctimas del constante maltrato del médico del Gregorio Marañón. "Según mi padre no hacía nada bien, ella tenía la culpa de todo... y era 'una mierda de persona'". "Mi madre le tiene muchísimo miedo, él se cebaba: la tiraba al suelo, le pegaba patadas, le ahogaba contra la pared. Nosotros lo veíamos con una rabia interior que no te puedes imaginar, las ganas de darle una hostia a mi padre...".

La situación llegó a superar a la madre hasta tal punto que le confesó a ella y a su hermana "que no podía más, que un día se iba a suicidar...". E, incluso, un día intento escapar de todo aquello junto a sus hijos. "Nos levantó un día a las 10 de la mañana mientras mi padre trabajaba y dijo que nos íbamos de casa, que no aguantaba más. Nos fuimos a Salamanca, con nuestros abuelos. Mi madre fue con un ojo morado e hinchado de la noche anterior...".

Pero ante las súplicas del padre, volvieron a su casa de Colmenar. Sin embargo, la situación no acabó, "nos empezó a echar en cara que por qué nos habíamos ido. Que por qué hemos cambiado con él, por qué no le queremos...".

Mi padre le dijo a mi madre que yo tenía que cambiar mi testimonio

Después de que el caso se conociese y de su denuncia ante las autoridades, la menor asegura que su padre pidió a la madre que la convenciese para cambiar el testimonio. "Tenía que decir que no había pasado nada, que no había palizas... Que me lo había inventado, que había sido un acto de rebeldía. Mi padre le había comido la cabeza a mi madre y me estuvieron, entre comillas, entrenando para decir lo que él quería que dijese. Yo le decía que sí a todo, que lo iba a cambiar. Pero en todo momento sabía que iba a testificar la verdad", recalcó la joven ante la jueza la semana pasada.