La cobertura del tratamiento contra el VIH aumentó a nivel global, especialmente en la región más afectada, el sur y este de África, donde el acceso a los antirretrovirales pasó del 24% en 2010 a un 54% en 2015, lo que ha posibilitado el tratamiento de más de 10 millones de personas.
"Animamos a todos los países a que aprovechen esta oportunidad sin precedentes para poner en marcha los programas de prevención y tratamiento contra el sida con el objetivo de poner fin a la epidemia en 2030", afirmó el director ejecutivo de UNAIDS, Michel Sidibé, durante la presentación del informe en Nairobi.
La reducción de la mortalidad ha sido mayor entre las mujeres (33%) en comparación con los hombres (15%), debido a que estos últimos inician el tratamiento de forma más tardía, apunta el informe.
Sin embargo, el porcentaje de contagios apenas ha variado en los últimos años, y en 2015 se registraron 2,1 millones de trasmisiones.
En África Subsahariana, las jóvenes sufrieron el 25% de los nuevos contagios, mientras que las mujeres el 56%, debido a "las desigualdades de género, el acceso insuficiente a la educación y servicios de salud sexual y reproductiva, la pobreza, la inseguridad alimentaria y la violencia".
UNAIDS insistió en que la lucha contra el sida tiene que prestar mayor atención a trabajadores sexuales, consumidores de drogas inyectables, presos, transexuales y homosexuales, ya que son los grupos que están expuestos a un mayor riesgo de contagio.
Sidibé también recordó que "acabar con la discriminación que conlleva el sida es uno de los retos más difíciles a los que nos enfrentamos, pero también uno de los más importantes" en la actualidad.
El próximo miércoles, la Asamblea General de la ONU se reunirá en Nueva York para abordar las nuevas estrategias a seguir durante los próximos años para acabar con la epidemia en 2030, uno de los objetivos de la nueva agenda para el desarrollo.