El núcleo de la Tierra se frena: ¿Qué significa y por qué ocurre?
Dos sismólogos han publicado un estudio en la prestigiosa revista Nature en el que revelan que el núcleo de la Tierra ha cambiado su movimiento e incluso podría estar rotando en sentido contrario
El núcleo de la Tierra que se encuentra a 5.000 kilómetros de profundidad es una esfera que cada cierto tiempo modifica su comportamiento. Unos científicos han publicado un estudio en la revista Nature en el que anticipan que estamos ante uno de esos cambios que se producen una vez cada varias décadas. Los investigadores señalan que el movimiento del núcleo se ha detenido y que incluso, podría girar en sentido contrario al que lo venía haciendo.
El núcleo interno es como "un planeta dentro de un planeta, por lo que la forma en que se mueve es obviamente muy importante", asegura Xiaodong Song, sismólogo de la Universidad de Pekín en Beijing y autor del estudio. El núcleo no se puede muestrear directamente por lo que se hace a través de las ondas sísmicas. Esta enorme esfera tiene un diámetro de casi 2.500 kilómetros y su temperatura es superior a la del sol. Desde 1990 los sismólogos comprobaron que el núcleo gira a velocidad diferente a la de la Tierra y que puede acelerarse y ralentizarse.
En estos momentos, lo que está pasando es que dos fuerzas intervienen la una contra la otra para controlar el movimiento. El campo magnético de la Tierra tira del núcleo interno y hace que gire. Este movimiento es contrarrestado por otra de las capas de la Tierra, el manto, cuyo campo gravitatorio frena el giro del núcleo.
Ahora el núcleo está comenzando a girar gradualmente hacia el oeste en relación con la superficie de la Tierra. Desde 1970 giraba en dirección este y llegó a superar la velocidad de rotación de La Tierra. Poco a poco se desaceleró hasta detenerse entre 2009 y 2011.
Los resultados podrían ayudar a arrojar luz sobre los muchos misterios de la Tierra profunda, incluido el papel que juega el núcleo interno en el mantenimiento del campo magnético del planeta y en la velocidad de rotación de todo el planeta y, por lo tanto, la duración de los días. Los datos sugieren que el núcleo interno podría incluso estar en proceso de girar en sentido contrario al que lo venía haciendo. Si es así, es probable que algo esté sucediendo con las fuerzas magnéticas y gravitatorias que impulsan la rotación del núcleo interno. Dichos cambios podrían vincular el núcleo interno con fenómenos geofísicos más amplios, como aumentos o disminuciones en la duración de un día en la Tierra.
Aunque suene preocupante, nada apocalíptico sucederá con los cambios este ciclo de giro planetario, que se viene repitiendo probablemente desde hace más tiempo del que podemos saber. Los investigadores tienen como objetivo avanzar en la comprensión del santuario más interno de la Tierra y su relación con el resto del mundo.