Los niños que aprenden esta habilidad desde pequeños tienen mucho éxito en la vida
Según múltiples estudios, esta habilidad fomenta el éxito a largo plazo: más años de estudio, mejores empleos y salarios más altos
Madrid |

Todos tenemos claro que la lectura es algo muy importante en el proceso de educación de cualquier niño. Pero para criar a un buen lector no basta con un cuento leído en la cama antes de dormir. La ciencia ha demostrado que el verdadero éxito lector no depende solo de ese momento nocturno, sino de pequeños gestos diarios que, casi sin darnos cuenta, transforman el cerebro infantil. Durante más de una década, expertos en alfabetización y desarrollo infantil han investigado cómo los niños se convierten en lectores sólidos.
Porque leer bien en primaria no solo mejora las notas. Es, según múltiples estudios, una predicción sólida de éxito a largo plazo, que se traduce en más años de estudio, mejores empleos e incluso salarios más altos. Y todo empieza con cinco estrategias sencillas:
1. Conversan incluso con el balbuceo
Antes de que sus bebés digan su primera palabra, estos padres ya les están contestando. Interpretan cada balbuceo como una invitación a dialogar. Este intercambio temprano, conocido como “serve and return”, fortalece las bases del lenguaje y la arquitectura cerebral, además de fomentar un vínculo emocional profundo.
2. Hacen muchas preguntas, y esperan la respuesta
En lugar de limitarse a hablar, estos padres preguntan: “¿Qué es eso?”, “¿Ves el perro?”, y esperan. Esa pausa es vital, porque permite que los niños procesen y respondan, fomentando el pensamiento y ampliando su vocabulario.
3. Hablan de los sonidos de las letras, no solo de sus nombres
Más allá de enseñar que una letra es una “A”, explican que suena como “aaa” en “agua”. En la cocina, en el supermercado o durante el juego, aprovechan cada ocasión para vincular letra y sonido, un paso clave para decodificar palabras al leer.
4. Juegan con las palabras
Rimas, trabalenguas y canciones como “tres tristes tigres” no solo divierten, sino que ayudan a los niños a distinguir los sonidos dentro de las palabras. Esta conciencia fonológica es indispensable para aprender a leer.
5. Aprovechan momentos de lectura todo el día
Aunque leer por la noche es útil, los padres más efectivos no lo dejan solo para ese momento. Sacan libros en la hora del baño, en la espera del médico o mientras cocinan. Cualquier momento es bueno para leer, hablar y descubrir palabras nuevas.
Maya Payne Smart, educadora y autora del libro Reading for Our Lives, ha dedicado su carrera a reducir la brecha de alfabetización temprana. En sus investigaciones ha comprobado que cuando los padres aplican estas técnicas desde los primeros meses de vida, los resultados a largo plazo son contundentes.