A lo largo de los últimos meses, España ha visto cómo algunos artistas reconocidos se han manifestado en contra del Gobierno, con declaraciones, manifestaciones públicas y en ocasiones posicionamientos explícitos. Figuras como Miguel Bosé, El Mago de Oz o Henry Méndez se suman a esta tendencia que refleja un desencanto significativo en ciertos sectores culturales con la política gubernamental.
En sus conciertos recientes, Juan Magán ha visto cómo el público corea insultos hacia Pedro Sánchez, incluido el cántico "Pedro Sánchez hijo de puta". El artista evitó condenarlo y, en tono irónico, calificó esta situación como "el tema del verano". Esta actitud ha generado una gran repercusión mediática, evidenciando la aceptación o al menos la permisividad del cantante hacia estas expresiones contra el presidente.
Durante una actuación en Asturias, el guitarrista Víctor de Andrés de Mägo de Oz lanzó múltiples insultos directos al presidente Pedro Sánchez, incluyendo frases como "dejad de robarnos la cocaína y las putas" y otros improperios que provocaron que el Ayuntamiento de Vilagarcía cancelara un concierto programado del grupo.
Aunque la banda publicó un comunicado defendiendo estas declaraciones como sátira y crítica social, la polémica no ha cesado y ha puesto a la agrupación en el foco de críticas y debates sobre límites en la libertad de expresión artística.
Henry Méndez ha protagonizado también una controversia tras afirmar públicamente que "odia a los rojos" en un contexto de crítica política. Sus palabras han sido consideradas incendiarias y han provocado rechazo en varios sectores, destacando la división que generan declaraciones tan contundentes dentro del mundo artístico.
Otros artistas reconocidos como Miguel Bosé han expresado su distancia crítica ante el Gobierno por la gestión de los incendios, dependiendo en algunos casos de un discurso de acusaciones hacia la gestión política o la censura. Pitingo también se ha pronunciado con cierta dureza sobre decisiones gubernamentales, y Nacho Cano ha mostrado preocupación por la deriva política, sumándose así a esta corriente de artistas que usan su influencia para cuestionar el Gobierno.
Estas posturas han generado una ola de reacciones en redes sociales, medios de comunicación y entre la opinión pública. Mientras algunos defienden el derecho de los artistas a expresarse libremente, otros critican estas intervenciones por considerarlas divisivas o irrelevantes para el panorama político, pero sin duda han marcado tendencia y debates en España.