Muere a los 95 años el torero Eugenio Fernández, Angelete
El matador de toros Eugenio Fernández, Angelete, ha fallecido esta mañana a los 95 años, en Cáceres, tras una larga enfermedad, han confirmado a Efe fuentes allegadas al torero extremeño.
Angelete, sobrino de uno de los grandes toreros de principios del siglo XX, del que heredó su apodo en los ruedos, era hasta la fecha el decano de los toreros, una vez que en 2014 falleciera el Pepe Luis Vázquez, del que era un gran admirador, y fue también uno de los últimos toreros que toreó junto a Manuel Rodríguez "Manolete", quien, a su vez, fue su padrino de alternativa.
Natural de la localidad cacereña de Baños de Montemayor, Angelete nació el 25 de marzo de 1923. A muy temprana edad empezó a torear sus primeras becerras por los campos extremeños, pero no fue hasta el 11 de junio de 1939 cuando vistió por primera vez el terno de luces en Salamanca.
Su debut con picadores tuvo lugar en 1941 en Cáceres, y un año más tarde debutó en Madrid, donde cosechó una importante actuación que le llevó a ser repetido dos veces más ese mismo año y a torear cerca de 40 novilladas con caballos en 1942.
La tarde de su alternativa como matador de toros data del 12 de octubre de 1943, cuando Manuel Rodríguez "Manolete" le dio el doctorado en la Monumental de Barcelona en presencia de Manolo Escudero. El toro de la alternativa se llamó "Sombrerero" y perteneció a la ganadería de Caaridad Cobaleda.
Un año más tarde, el 14 de mayo de 1944, confirmó en Las Ventas en un festejo en el que, con toros del Vizconde de Garcigrande, Pepe Bienvenida y Morenito de Talavera actuaron de padrino y testigo de ceremonia, respectivamente.Los años siguientes Angelete gozó de un importante cartel en las principales ferias españolas, y también en México, donde la Asociación de la Prensa le premió con la "Oreja de Oro" como triunfador de la temporada 1945.
Su carrera llegó a fin en 1950, cuando decidió retirarse de los ruedos en la localidad cacereña de Valencia de Don Juan. Desde entonces su vida nunca ha dejado de estar ligada al toreo, más como aficionado que como profesional, centrándose sobre todo en su vida familiar, al lado de su inseparable esposa, Lucía Talaván y de sus dos hijos, Eugenio y Victoria.
En 1993 sus paisanos le dieron un sentido homenaje tras cumplirse los 50 de su alternativa, y fue, precisamente, en su localidad natal, Baños de Montemayor, donde en 2007 se inauguró una calle con su nombre, algo que demostraba la importancia que había tenido Angelete durante su trayectoria profesional.