Es uno de los principales puntos destacados sobre España por este organismo de cooperación internacional en su informe Panorama de la Educación 2015 -"Education at a Glance"-, dado a conocer hoy.
De los 34 países de la OCDE, sólo en España, Italia, Irlanda e Israel no se requiere una evaluación regular del funcionamiento de los profesores después de haber accedido a la profesión.
Sin embargo, en la mayoría de los países estudiados hay evaluaciones regulares del profesorado y los resultados sirven para tomar decisiones sobre su desarrollo profesional.
Un mal resultado en dicha evaluación periódica tiene consecuencias para los docentes, la más común es la necesidad de una evaluación posterior (en dieciséis países) y la formación obligatoria (en diez países). Incluso en once países la evaluación regular del profesorado afecta al salario del profesor.