La Ley de Bienestar Animal establece una serie de preceptos como la exclusión de los perros de caza de la enmienda o la prohibición de dejar solo a un perro durante más de 24 horas. Asimismo, el texto recoge como una de las finalidades de la ley es la esterilización de determinados animales, así como la prevención y tratamiento de enfermedades, entre otras.
El capítulo VII establece el marco legal para la gestión de poblaciones felinas en libertad, colonias con origen en gatos abandonados, extraviados o merodeadores sin esterilizar. Se introduce el concepto de gato comunitario, el gato libre que convive en entornos humanos y que no es adoptable debido a su falta de socialización, con el objetivo de reducir progresivamente su población mientras se controla el aporte de nuevos individuos con la esterilización obligatoria de los gatos con hogar.
Acorde con los criterios veterinarios que establece la ley, en el caso de perros, gatos y hurones, será obligatorio esterilizar al animal con carácter previo a su entrega en adopción o suscribir un compromiso de esterilización o no reproducción si no tuvieran la edad o las condiciones suficientes para realizar la cirugía. Sin embargo, esta afirmación no excluye la esterilización de otras especies siempre que sea viable según criterio veterinario.
También, siguiendo con los felinos, se obligará a identificar mediante microchip y proceder a la esterilización quirúrgica de todos los gatos antes de los seis meses de edad salvo aquellos inscritos en el registro de identificación como reproductores y a nombre de un criador registrado en el Registro de Criadores de animales de compañía. En el caso de los gatos comunitarios, será obligatoria la identificación mediante microchip y la esterilización quirúrgica.
Otras de las medidas que establece la norma consiste en la prohibición de dejar sin supervisión a cualquier animal de compañía durante más de tres días consecutivos; en el caso de los perros, este plazo no podrá ser superior a 24 horas consecutivas.