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Julián Muñoz, una vida de escándalos: el caso Malaya, su relación con Isabel Pantoja y sus disculpas

Julián Muñoz fue una de las figuras más relevantes de la historia política de la Costa del Sol. Su triángulo amoroso con Isabel Pantoja y Mayte Zaldívar rellenó multitud de páginas de la prensa rosa.

ondacero.es

Madrid | 24.09.2024 09:14

Julián Muñoz y una vida de escándalos: el caso Malaya, su relación con Isabel Pantoja y sus disculpas | Europa Press

Julián Muñoz, exalcalde de Marbella, fue una figura conocida en España tanto por su trayectoria política como por los escándalos de corrupción que marcaron su vida pública y privada. Su ascenso, caída y vida posterior han sido un reflejo de los excesos que definieron una época oscura en el municipio de la Costa del Sol.

Muñoz nació en 1948 en El Arenal (Ávila) y llegó a la política marbellí en los años 90, cuando Marbella vivía una etapa de crecimiento turístico y urbanístico sin precedentes. Se unió al Grupo Independiente Liberal (GIL), partido fundado por Jesús Gil. Muñoz fue ascendiendo en las filas del GIL, hasta que en 2002 asumió el cargo de alcalde de Marbella, sucediendo al propio Jesús Gil. Su mandato, sin embargo, estuvo marcado por irregularidades en la gestión y un creciente descontento ciudadano.

Bajo su administración, Marbella se vio afectada por una corrupción urbanística desenfrenada, con licencias de construcción ilegales y tratos de favor. Fue el principio del final para Muñoz, quien rápidamente se vio envuelto en un entramado de casos judiciales.

Escándalos y encarcelamiento

El nombre de Julián Muñoz quedó ligado para siempre al caso Malaya, la mayor trama de corrupción urbanística destapada en España. En 2006, fue detenido y encarcelado como parte de esta investigación, que reveló un esquema masivo de sobornos, concesiones de licencias ilegales y desvío de fondos públicos. Muñoz fue condenado en múltiples ocasiones, con sentencias que superaron los 20 años de prisión, aunque fue cumpliendo las penas de manera fraccionada debido a su delicado estado de salud.

La caída de Muñoz también arrastró a muchos otros políticos y empresarios, pero su figura destacó por ser un símbolo del abuso de poder y la impunidad de aquella época en Marbella. Además, el caso Malaya contribuyó al colapso del GIL y a la intervención del Ayuntamiento de Marbella, que estuvo gestionado durante varios años por administradores judiciales.

Una vida personal en el foco de la prensa rosa

La vida personal de Julián Muñoz ha sido tan pública como sus escándalos políticos. Su relación con la cantante Isabel Pantoja, que comenzó mientras aún estaba casado con Maite Zaldívar, acaparó portadas en los medios españoles. Este romance se convirtió en uno de los más mediáticos de la década, contribuyendo a la popularización de Muñoz fuera del ámbito político y amplificando su exposición mediática.

Sin embargo, esta relación también tuvo consecuencias judiciales para Pantoja, quien fue condenada en 2013 por blanqueo de capitales relacionado con el caso de corrupción de Muñoz. Tanto Pantoja como Zaldívar fueron encarceladas, y el triángulo amoroso y judicial acaparó la atención de la prensa rosa durante años.

Últimos años: salud delicada y arrepentimiento público

En los últimos años, Julián Muñoz ha estado apartado del foco mediático, debido principalmente a su grave estado de salud. Aquejado de problemas cardiovasculares, respiratorios y digestivos, Muñoz ha pasado por numerosas hospitalizaciones, lo que ha motivado que se le concediera el tercer grado penitenciario en 2016 por razones humanitarias. Desde entonces, ha vivido bajo arresto domiciliario en Fuengirola, Málaga, donde ha dado algunas entrevistas en las que ha expresado su arrepentimiento por los errores cometidos durante su gestión en Marbella.

En sus apariciones públicas más recientes, visiblemente debilitado, Muñoz reconoció el daño que la corrupción hizo al municipio y pidió disculpas en diversas ocasiones. Julián Muñoz ha sido una figura clave en la historia reciente de España, no solo por su paso por la política, sino también por el profundo impacto que su caso tuvo en la conciencia pública sobre la corrupción. Su legado, sin embargo, queda marcado por la sombra de los excesos y la avaricia de una época que convirtió a Marbella en el epicentro de uno de los mayores escándalos urbanísticos del país.