Julia Otero: "Hemos asumido que mentir es una forma normal de relacionarnos con el mundo y ha dejado de escandalizarnos"
La directora y presentadora de 'Julia en la onda' analiza en una entrevista la actualidad política, cómo influye esta en los medios de comunicación y habla de su regreso a la radio tras superar el cáncer que le fue diagnosticado en febrero de 2021.
En febrero de 2021, Julia Otero fue diagnosticada de un cáncer que la mantuvo apartada de los micrófonos de Onda Cero hasta hace cinco semanas, cuando regresó para ponerse nuevamente al frente del programa 'Julia en la onda', que conduce desde hace 15 años.
La periodista ha analizado en una entrevista con el diario El País cómo ha sido este regreso a las ondas y ha reflexionado sobre los cambios que ha afrontado y continúa afrontando desde aquel diagnóstico. Asimismo, analiza la actualidad política, cómo ha evolucionado el discurso durante los últimos años y el papel de los medios de comunicación en todo este proceso.
Su lucha contra el cáncer
Después de once meses lejos de los micrófonos, la presentadora volvió a 'Julia en la onda' el pasado 10 de enero completamente recuperada del cáncer que le fue diagnosticado en febrero de 2021. Respecto a esto, asegura que le ha perdido el miedo a la muerte, aunque reconoce tener "mucho miedo al dolor, pero no al hecho de desaparecer. Y he conseguido convivir bien con esa incertidumbre, con la meta volante de una revisión cada tres meses".
La presentadora se sincera al reconocer que hay momentos en los que se mete en la cama y empieza a darle vueltas: "¿Y si estoy tan normal, trabajando, haciendo ver que todo va bien y hay por dentro una célula cancerígena que está anidando ahora en algún sitio y que está empezando a reproducirse?. Pero procuro pasar página porque no me aporta nada. Aún llevo el catéter, y cuando me visto o me rozo, me recuerda que el peligro existe".
Sobre cómo ha afrontado la enfermedad, afirma que su estrategia ha sido "saberlo todo porque me da tranquilidad". Asegura que ha llegado a la conclusión de que la "salud es casi imposible. Estar sano es la excepción, un milagro biológico. Así que, cuando te sientas bien y sano, disfruta. Permítete todos los placeres. Haz lo que te apetezca. ¿Por qué? Porque es la excepción. Ser consciente de que la salud es incierta no es un motivo para amargarte o preocuparte, todo lo contrario, te ayuda a disfrutarla cuando la tienes, a aprovecharla".
"Nos hemos acostumbrado a ese tono vibrante que no aporta nada"
Respecto a cómo ha cambiado la política hoy día, cuenta que añora los tiempos en los que el Congreso de los Diputados "era un lugar aburrido". Recuerda cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un debate con Mariano Rajoy, "le dijo que no era una persona decente" y todos los medios titularon que le había llamado indecente, "y hoy el mejor adjetivo que le pueden decir a alguien es mentiroso, felón, embustero, traidor".
La periodista dice que la sociedad se ha terminado por acostumbrar a ese "tono vibrante" y que ahora parece que lo que no es así "es un muermo": "Los que apostamos por una moderación en el tono, por la argumentación, estamos nadando a contracorriente e igual tenemos las de perder".
Sobre los partidos de extrema derecha opina que no hay que "escandalizarse por cada uno de los petardos mediáticos que sueltan porque son muy golosos" y reflexiona respecto a cómo sería una entrevista con sus líderes: "Creo que hay que entrevistarlos como si algún día fueran a tener el poder, pero con preguntas concretas, entrando al fondo de la cuestión. Para mí, hay ideas que no son respetables, pero las personas, los millones de personas que les votan, sí".
"Es usted de las estrellas radiofónicas más difíciles de estereotipar ideológicamente", le pregunta en un momento de la entrevista la periodista de El País. "Menos para la extrema derecha", responde Julia Otero. "Soy mujer, feminista y vengo de una clase obrera emigrante. Estudié con beca, acabé la carrera con beca. Nunca seré una desclasada. Por bien que me haya ido en la vida. Yo voto contra mis intereses pero a favor de mis principios. Es decir, a mí no me interesa que me suban los impuestos. Yo pago el 50% de lo que gano, pero creo que los hijos de la clase obrera deben tener exactamente los mismos derechos que tiene mi hija". sentencia.