El juez Carretero ha recibido multitud de críticas tras conocerse su interrogatorio a Íñigo Errejón y Elisa Mouliaá en sede judicial. El magistrado instruye el caso por agresión sexual contra el exportavoz de Sumar y el vídeo de las preguntas a las dos partes se ha filtrado, provocando denuncias al magistrado por su manera de preguntar.
"Me limité a preguntar a la víctima sobre las cuestiones que ponía en su propia denuncia", defiende el juez Carretero en 'Espejo Público', donde ha señalado que la "prueba fundamental" en este tipo de denuncias es la "declaración", por lo que debe "preguntar sobre todos sus extremos": "Si la denuncia tiene términos groseros, no es mi culpa. En absoluto quiero ofender a la víctima, porque tengo el máximo respeto a las mujeres".
El juez ha criticado la filtración del vídeo de la declaración, que supone "un delito contra la revelación de secretos" por la que se puede imponer "sanciones de hasta 60.000 euros": "Hacemos las declaraciones para las partes, no como si esto fuese un teatro para que lo vea toda España. Cuando todo el mundo lo ve, todos opinan".
A este respecto, afirma que tiene "sospechas bastante fehacientes" de quién puede haber filtrado el vídeo y que la Fiscalía ya lo investiga, al mismo tiempo que ha comentado que se siente el "máximo perjudicado" como también Mouliaá al "ver repetido el interrogatorio y revivir todo".
Sobre el tono empleado en la sesión, lo que le ha valido tantas críticas y denuncias, asegura que comprende que la gente se pueda sentir "molesta", pero insiste en que los denunciantes "tienen que contestar y reproducir los extremos de su denuncia": "No comprendo a qué se debe esta avalancha de críticas por emplear palabras que vienen en la denuncia, yo cumplí lo que el Supremo establece para las declaraciones unilaterales".
Así, sostiene que Mouliaá salió "normal" del juzgado y que ninguna de las dos partes criticó el interrogatorio, además de reflexionar sobre algunos de los términos empleados en sede judicial. "¿Tetas y culo resulta que son ofensivos? Me asombra que en el siglo XXI, por decir la palabra culo, el argot de nalga, eso pueda significar un escándalo. Jamás los volveré a emplear. La gente hablaba de tetas tan normal en la calles, hasta había una canción. Si esto ha molestado, no tengo inconveniente en no volver a utilizar la palabra más".
"Si yo llego a saber que me ve toda España, evidentemente el tono de voz lo hubiera tratado de rebajar o no hubiera hecho las preguntas con tanta prisa", responde al ser preguntado sobre si cambiaría algo tras ver la declaración filtrada, aunque destaca que "todas las preguntas son las procedentes": "Ella estaba azorada porque revivía lo que le pasó, no por mis preguntas".
Por último, ha lamentado el "linchamiento mediático" hacia su persona y su familia: "Es un linchamiento mediático el que estoy soportando, es muy difícil esto, ver los informativos y tu cara y tu voz diciendo que está maltratando a una mujer. Puedo ser objeto de crítica, pero mi honor y el de mi familia ha quedado vulnerado. Una cosa es criticar mi manera de actuar y otra insultar a mi familia".