EN UN LIBRO SOBRE SU BIOGRAFÍA

Juan Carlos I confiesa que ya está pensando en su entierro

“¿España le organizará un funeral a su medida? ¿Quién irá?”, así acaba el nuevo libro sobre el rey emérito escrito por Laurence Debray que ha salido a la venta este miércoles en Francia, donde habla de la vida del monarca en Abu Dabi.

ondacero.es | EFE

Madrid | 06.10.2021 19:54

Juan Carlos I | EFE

El rey emérito, Juan Carlos I pasa su tiempo en Abu Dabi repasando la actualidad española, sin quejarse de su situación, con un aspecto mejorado aunque dice pensar en su entierro, según su nuevo libro 'Mi rey depuesto', escrito por Laurence Debray y que ha salido a la venta este miércoles en Francia.

El libro termina con un breve diálogo entre Debray y el rey emérito, justo tras los funerales del duque de Edimburgo, en abril pasado, que dejaron "muy conmovido" al protagonista. "Ha sido soberbio, muy emotivo y elegante. También se entierra bien en España. El entierro de mi padre fue muy bonito. Ahora, debo pensar en el mío", afirma Juan Carlos.

La autora concluye con dos interrogantes de su propia cosecha: "¿Le organizará España unos funerales a su medida? ¿Quién irá?". El libro no es obra de alguien neutral, ya que la propia Debray reconoce reiteradamente su admiración por el monarca emérito, y juzga clave su actuación en la transición democrática o en el fracaso del intento de golpe de Estado militar de 1981.

Así, en ningún momento aparece que le pregunte a fondo por los motivos que lo llevaron a dejar el país. En cambio, la autora, aunque recuerda "sus cuentas en Suiza", afirma que el rey emérito "no ha cometido un delito penal, un homicidio, un robo, una violación".

En este sentido, la autora narra que el rey emérito "aceptó un regalo difícil de rechazar de parte del rey de Arabia Saudí" (la donación de 65 millones de euros), igual que viajes en avión o una tarjeta de crédito de familiares o amigos generosos.

"He perdido doce kilos"

Describe cómo en su encuentro personal, la pasada primavera en Abu Dabi, parecía "un turista estadounidense", vestido con un polo blanco, chaqueta ligera, pantalón de lona y tenis negros. Sobre todo, tenía la cara menos hinchada que antes por los medicamentos y presentaba un buen aspecto. "He perdido doce kilos", señala Juan Carlos I.

El emérito pasa buena parte de su tiempo siguiendo las noticias de España y manteniendo el contacto con los pocos amigos que le siguen siendo fieles, aunque habla "con un cierto pudor" de los que le han abandonado, incluso algunos "que le deben fama y fortuna" En la conversación, "la amargura no transpira jamás de sus palabras. No se queja de nada. Constata, resignado".

¿Por qué dejó España? "Aquí no molesto a la Corona", responde, además recalcar que "recibía muchas presiones". "Mi rey termina así su carrera de 'libertador' como evasor fiscal", escribe Debray. Aún así, insiste, de nuevo defensora, en que "nuestra sociedad cotilla y acusadora juzga más rápido que la Justicia. Sin matices ni ponderación".

Debray destaca que Juan Carlos I "es un rey destronado, pero sobre todo un padre repudiado", en una Casa Real que con Felipe VI busca ser "virtuoso y meticuloso para borrar mejor el laxismo y la permisividad de su padre".