Los investigados grabaron los hechos de la ciudad andaluza en un móvil y compartieron un vídeo en un chat, según señala el auto, que puede ser recurrido, en el que el magistrado sostiene además que "existen serios indicios de que podrían haberse utilizado sustancias específicamente destinadas para provocar la inconsciencia de la víctima".
El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Pamplona ha acordado remitir la investigación a los juzgados de Pozoblanco, partido judicial al que pertenece la localidad en la que se llevaron a cabo los hechos, por ser los competentes territorialmente para su instrucción.