La Iglesia contabiliza 728 casos de abusos sexuales a menores desde 1940
Según un informe elaborado por la Conferencia Episcopal Española, el 80% de los casos se produjeron antes de 1990.
Las oficinas para la protección de menores y prevención de abusos de la Iglesia católica han publicado este jueves el informe 'Para dar luz', elaborado por la Conferencia Episcopal Española (CEE), el primer documento que presenta la Iglesia en España sobre la pederastia.
En los últimos tres años, desde que se puso en marcha la recopilación de estos datos, se han contabilizado un total de 728 testimonios de abusos sexuales cometidos contra menores o personas vulnerables en el seno de la Iglesia católica desde 1940 hasta 2022.
El propio informe revela que la mayoría de los casos, el 80%, se produjeron antes de 1990, siendo la década de los 70 en la más casos se contabilizaron. Además, se precisa que la inmensa mayoría de agresores (99%) y víctimas (82%) son hombres.
Algo más de la mitad de los acusados, 378, son sacerdotes, mientras que el resto se dividen entre religiosos y laicos. Hay 23 casos en los que el denunciante no ha sabido indicar la condición eclesial del agresor. El 63% de los acusados ya han fallecido.
Casi la mitad de los casos, un 46,9%, se produjeron en el ámbito escolar; un 15,79% en el ámbito parroquial; un 14,57% en seminarios, internados o escolanías; un 7,28% en el ámbito del tiempo libre y el ocio; y el resto, un 15,4%, se distribuye en otros espacios como domicilios familiares, casa religiosas o automóviles.
La CEE apunta que este informe se ha elaborado a partir de los testimonios recogidos en las oficinas, sin presuponer ni probar inocencia o culpabilidad, por lo que puntualiza que algunos de los casos presentados, que han tenido recorrido judicial, han sido archivados o se ha declarado la absolución. También hay casos en los que la investigación sigue abierta.
Desde la Conferencia Episcopal aseguran que la Iglesia es "la principal interesada" en conocer qué ha pasado y en poner los medios para que no se repitan casos de abusos, advierten de que "un solo caso es suficientemente grave" e invitan a todas las víctimas a denunciar ante las oficinas de la Iglesia, donde según destacan, se ofrece "acogida, acompañamiento, sanación y reparación".