La Asociación de Vigilantes de Seguridad Privada de Asturias, que ha difundido dos fotografías de la cabeza del animal decapitado, ha calificado los hechos de "terrorismo ambiental" y ha pedido la actuación "urgente" de la Fiscalía de Medio Ambiente para la apertura de una investigación encaminada a que "recaiga todo el peso de la ley" sobre sus responsables.
Según esta asocicación, se trata de "imágenes y acciones furtivas totalmente condenables que demuestran la crueldad con las especies no cinegéticas y fauna salvaje por parte de auténticos delincuentes, que únicamente persiguen intereses espurios y crematísticos de particulares en un afán de venganza desmedida y altamente peligrosa, más propia de psicópatas y enfermos mentales que de ciudadanos del mundo rural".
La asociación ha acusado a la administración de "mirar para otro lado" y de jugar a "dos bandas", al pretender "contentar a todas las partes sin aportar, de manera y forma definitiva, una verdadera solución adoptando las medidas necesarias, tanto desde el punto de vista científico como en la persecución de oficio de estos hechos tan lamentables".