6 de mayo de 2025
El pasado 1 de diciembre comenzó el invierno meteorológico y ya estamos notando sus efectos. Los termómetros se han desplomado, tanto, que en los últimos días algunos puntos de España han registrado temperaturas inferiores a los -5ºC, valores propios del mes de enero.
Y no solo ha llegado el frío. La lluvia y la nieve visitarán nuestro país durante el puente de la Constitución y la Inmaculada, según las estimaciones de la AEMET.
En este escenario, no es de extrañar que las infecciones por virus respiratorios se disparen. Cuando bajan las temperaturas, pasamos más tiempo en espacios cerrados y es más probable que compartamos aire -y patógenos- con otras personas, lo que aumenta notablemente el riesgo de infección.
La gripe es una enfermedad infecciosa aguda que suele aparecer en brotes u oleadas a lo largo del invierno y, tras casi dos años desaparecida por la pandemia de la Covid.19, vuelve a hacerse hueco entre las infecciones respiratorias.
Existen cuatro tipos de virus que pueden causar la gripe: A, B, C y D y todos ellos presentan síntomas similares: dolor muscular, fiebre, tos, dolor de garganta, sensación de cansancio y malestar. Las gripes más comunes son la A y la B, y desde hace unos años la gripe A es la que tiene mayor circulación.
Aunque es más conocida como Gripe A, Gripe Porcina o Gripe Norteamericana, su nombre oficial es Gripe A (H1N1). Según explica Sanitas en su página web, "la Gripe A es de una gravedad mayor que la de la Gripe o Influenza estacional, pues es una gripe nueva, es decir, que el cuerpo humano no estaba naturalmente inmunizado". Esa es la razón por la que es más complicado para nuestras defensas protegerse ante ese tipo de virus, ya que no estamos acostumbrados a él.
Desde Sanitas también señalan que hasta marzo de 2009, el virus de la Gripe A era desconocido, por lo que la vacuna para la influencia estacional no protegía a las personas contra este tipo de gripe.
Los síntomas de la Gripe A, aunque más graves, son similares a los de la gripe común. Estos son los principales:
Según indican en 'Clínica Mayo', en personas adultas, los signos de alarma por los que se debe acudir al médico de inmediato son: