El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) ha alertado en su último boletín semanal sobre la detección de 14 casos de botulismo en Alemania, uno en Suiza y otro en Austria. Se trata en su mayoría de personas que viajaron a Turquía para someterse a una operación para adelgazar.
Así, según las últimas informaciones, los casos se han manifestado de manera leve en algunos enfermos, mientras que otros han tenido que ser ingresados en el hospital y en las UCI. Todos ellos son pacientes adultos de mediana edad.
El aumento de casos ha llevado al ECDC a hacer un llamamiento a todos los países de la UE para "notificar cualquier información que pueda ser relevante en relación a este brote".
El botulismo es una enfermedad poco frecuente, pero grave, según informa la Biblioteca Nacional de Medicina, que afirma que lo causa la bacteria Clostridium boulinum, y que la misma puede entrar al organismo por heridas o consumir alimentos alimentos mal enlatados o mal conservados.
La bacteria se suele encontrar en el suelo o en las aguas no tratadas y se expande a través de esporas de protección. Estos son los tipos de alimentos que pueden estar contaminados:
El botulismo alimentario es la forma dominante de la enfermedad, y los síntomas paralíticos generalmente aparecen después de un período de incubación de 12 a 36 horas después del consumo del alimento que contiene la toxina.
Aunque es poco frecuente, las personas que reciben inyecciones de toxina botulínica con fines cosméticos o terapéuticos, pueden sufrir botulismo si se les inyecta una dosis excesiva.
Los síntomas pueden ser muy graves y requieren tratamiento de cuidados intensivos y la administración de una antitoxina. Alrededor del 5-10% de los pacientes que sufren botulismo mueren.
Por lo general, los síntomas más habituales de esta enfermedad son la debilidad y dificultad para tragar o respirar, aunque también pueden producirse síntomas oculares como visión borrosa o caída de los párpados, entre otros, en el caso de tratamientos estéticos.
Además, los enfermos pueden sufrir náuseas, vómitos, calambres abdominales y parálisis de ciertas zonas del cuerpo.