Las nuevas variantes de la Covid-19 que han provocado la séptima ola en nuestro país han hecho que repunten los contagios. Sin embargo, aunque más infecciosas, las nuevas cepas del virus también son menos graves y los síntomas asociados a ellas duran menos que con sus predecesoras.
Tras la infección, pasados unos días, los pacientes ven como los síntomas van desapareciendo. No obstante, un alto porcentaje de personas experimentan síntomas recurrentes que se mantienen en el tiempo, generalmente hasta el primer año después del contagio.
Es lo que se conoce como Covid persistente o prolongado y afecta ya al 60% de los infectados por coronavirus, según una investigación publicada en Pathogens.
Problemas en la piel, falta de concentración, daño en el sistema nervioso periférico o disfunción sexual sonalgunos de los síntomas del Covid persistente. Pero hay una secuela que es la más frecuente y común a todas las variantes de la Covid-19.
Según el estudio publicado en Pathogens, la fatiga es el síntoma persistente más común entre los pacientes infectados por coronavirus. La investigación, que ha contado con participación española, ha comparado los síntomas de pacientes hospitalizados con las variantes Wuhan, Alfa y Delta durante la fase aguda de la infección, y tras superar la enfermedad, con el objetivo de establecer las diferencias.
Los resultados mostraron que el 60% de los pacientes que habían superado la enfermedad sufrieron síntomas post Covid-19 durante un periodo de tiempo no inferior al primer año después del contagio, y la secuela más común en todos ellos era el cansancio extremo o la fatiga.
Juan Torres es uno de investigadores del estudio y en el portal 20minutos ha explicado que este dato "permite situar el síntoma como uno de los prioritarios para futuros estudios de investigación".
Otro de los investigadores, César Fernández de las Peñas, ha señalado que el hecho de que la fatiga sea una constante en todas las variantes "puede ser uno de los criterios clínicos clave para la definición de esta enfermedad". No obstante, ha precisado que la gran variedad de síntomas asociados al virus "complica establecer un único criterio diagnóstico".