España recupera ligeramente la calidad de vida estancada desde la pandemia
Navarra, La Rioja y Aragón presentaron los niveles más elevados de calidad de vida en 2023. En el lado contrario, los registros más bajos se dieron en Galicia, Canarias y Ceuta.
Madrid |
Decimos adiós a la pandemia, o al menos es lo que parecen mostrar los datos del último Indicador de Calidad de Vida de España (IMCV), que repunta un 0,14 en el último año hasta llegar a los 101,54 puntos. En 2019 se alcanzó la puntuación más alta desde 2008, con 102,03 puntos y, desde entonces, empezó a caer: en 2020, bajó a 101,72; en 2021, a 101,70 y, en 2022, a 101,4. Si bien, en 2023 no se recupera el nivel previo a la pandemia porque, entre otras cosas, el 2019 fue el mejor año en cuanto a la calidad de vida de la última década.
No obstante, desde entonces estábamos estancados y ahora este incremento de nuevo se dio especialmente gracias a las dimensiones como el trabajo, la educación, el entorno y medioambiente, así como a la experiencia general de la vida. Sin embargo, esa misma calidad nos cuesta encontrarla en aspectos tan importantes como la salud, las condiciones materiales de vida, el ocio y las relaciones sociales y la seguridad física y personal; que empeoran su puntuación respecto al año anterior.
Resultados por comunidades autónomas
La Comunidad Foral de Navarra, La Rioja y Aragón presentaron los niveles más elevados de calidad de vida en el año 2023, al igual que en la pasada edición. Respecto a 2022, Navarra experimentó un descenso de 0,24 puntos en el nivel de calidad de vida, mientras que Canarias lo aumentó en 0,4 puntos. A pesar de ello, Canarias sigue estancada al final de la lista, solo por delante de Ceuta; que ni siquiera roza los 100 puntos del Índice Global de calidad de vida.
Si analizamos las diferentes dimensiones por separado en las diferentes comunidades autónomas, la Comunidad Foral de Navarra destacó en salud, ocio y relaciones sociales, entorno y medioambiente y experiencia general de la vida. Por su lado, en el País Vasco, que se sitúa como cuarto territorio de la clasificación, los ciudadanos valoran especialmente las condiciones materiales de vida y la educación. En el caso de Baleares despunta el trabajo, en Asturias la seguridad física y personal y en la Comunidad Valenciana la gobernanza y los derechos básicos.