MUERTE DE PAPA FRANCISCO

Las emotivas palabras que le dijo el papa Francisco al jesuita Olaizola: "Seguí bailando, hacelo por mí"

José María Rodríguez Olaizola, sociólogo, teólogo y jesuita, expone qué ha significado el mandato del papa Francisco para la Compañía de Jesús, orden de la cual formó parte el difunto sumo pontífice.

Rafa Sanz del Río

Madrid |

El Papa Francisco cumple 5 años de Pontificado
Muere el Papa Francisco a los 88 años | EFE | Archivo

El fallecimiento del papa Francisco marca el cierre de una etapa singular en la historia reciente de la Iglesia católica, teñida de gratitud, duelo y reflexión. Su muerte no solo representa la pérdida de un pontífice, sino también la de un pastor que imprimió un sello profundo y duradero en la comunidad eclesial, y a veces incluso fuera de ella. Para la Compañía de Jesús, a la que pertenecía, su partida adquiere una dimensión especial: el primer Papa jesuita supo traducir en gestos y palabras la espiritualidad ignaciana, y ejerció un liderazgo pastoral que puso a los pobres, el discernimiento y la misericordia en el corazón del Evangelio.

Así lo expresa el sociólogo, teólogo, jesuita y secretario de comunicación de la orden José María Rodríguez Olaizola, quien reconoce que la presencia de Francisco ha sido un faro para los suyos y para toda la Iglesia porque ha dejado huellas concretas, y ha sido guía, vínculo de unión y testimonio de una vida vivida con plenitud. Asimismo, refleja que debido al origen eclesiástico del papa para los jesuitas ha sido un mandato especial para la orden religiosa.

"Es verdad que para nosotros, el que Francisco fuera jesuita supuesto que ha tenido durante estos 12 años una presencia y un liderazgo muy significativo, se ha dirigido a nosotros a menudo en sus viajes y en ocasiones señaladas, y algunos de los acentos que ha tenido su pontificado dejan ver la espiritualidad ignaciana que compartimos", declara.

Olaizola explica que desde que Jorge María Bergoglio fue nombrado Papa en 2013, ya supuso algo para toda la Iglesia y no solo para los jesuitas. Expone que ha tenido un liderazgo pastoral muy fuerte, una especial disposición a poner a los pobres y marginados en el centro y señalar en su dirección como clave de comprensión del evangelio. También refleja la insistencia del difunto sumo pontífice sobre el discernimiento, fundamental en estos tiempos en que necesitamos encontrar respuestas.

Valora "muy positivamente" la inclusión y cercanía a los más vulnerables que predominaron en el papado de Francisco y también considera que "es lo que la Iglesia necesita en este momento". Igualmente, piensa que los cambios lentos en la institución no es un problema, sino más bien un valor en un mundo "demasiado inmediatista y fugaz"

"Me parece que el pontificado de Francisco ha supuesto poner algunas bases para evoluciones y cambios que, si han de llegar y consolidarse más, el tiempo lo dirá", declara Olaizola.

Desarrolla esta idea diciendo que mayor desafío durante su mandato fue el equilibrio entre tradición y cambio, ya que existe una gran la dificultad, en algunos contextos y grupos eclesiásticos, para distinguir lo que ha de permanecer y lo que tiene que cambiar.

El nuevo Papa y el futuro de la Iglesia

En torno a la pregunta de si el próximo Papa debería de ser continuista con las ideas de Francisco, Olaizola opina que a él personalmente le gustaría que algunas de las reformas emprendidas, como la centralidad de los pobres, una mayor corresponsabilidad, los cambios en estructuras de gobierno y la insistencia en la misericordia como criterio pastoral, pudieran continuar.

La Compañía de Jesús es la mayor orden religiosa católica hoy en día con más de 15.000 miembros en todo el mundo, y entre sus votos se encuentra la obediencia al Santo Padre y el voto de no buscar puestos de relevancia en la jerarquía eclesial como ya comentó Francisco antes de su nombramiento. El teólogo eso sí expresa que casos parecidos al del difunto Papa podrían repetirse si así lo requieren desde el Vaticano.

"Pero si el Papa, sea el que sea, así lo determina, porque en algún lugar sea necesario, habrá jesuitas en puestos eclesiales. Esto es lo que ocurrió con Jorge Mario Bergoglio, que fue nombrado obispo y luego cardenal, y finalmente Papa", comenta.

Más allá de su labor como sacerdote, Olaizola tiene un fuerte impacto en la comunidad religiosa como autor y comunicador en las redes sociales. En su último escrito, el jesuita muestra las palabras que Francisco le dedicó en una carta escrita a mano y donde se refleja ese carácter innovador que fue la bandera del fallecido Santo Padre.

"Algunos te dirán que sos atrevido (eso de decir que “Dios baila con nosotros”) pero déjalos que digan. Vos seguí “bailando". Yo ruego por vos, por favor, hacelo por mí, que lo necesito. Que no me equivoque de baile, y si me equivoco, que empiece de nuevo con otra misión."