Edwin Arrieta habría planeado mudarse a España para "formalizar" su relación con Daniel Sancho
Más de una semana después del brutal asesinato y desmembramiento del cirujano colombiano, se siguen conociendo detalles de la relación que compartía con Daniel Sancho.
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Daniel Sancho ya se encuentra en prisión después de confesar el asesinato de Edwin Arrieta, a quien posteriormente desmembró y cuyos restos arrojó al mar y a un vertedero. Aunque todavía se encuentra en aislamiento debido al protocolo Covid-19, en los próximos días, se integrará con el resto de presos y hará vida normal dentro de la cárcel.
A medida que van pasando los días, se van conociendo más detalles de la relación que unía a víctima y asesino. Si en un principio se dijo que ambos eran pareja, poco después esto era negado por el propio Sancho, que llegó a decir que él era un "rehén" de Arrieta, que vivía en una "jaula de cristal" y que el colombiano le había obligado a hacer cosas que jamás pensó que haría.
Sin embargo, uno de los amigos de Edwin Arrieta ha dado una versión algo distinta a la defendida por Sancho. Según recogen la revista Semana y otros medios de comunicación, un amigo del cirujano asesinado ha asegurado que Arrieta habló con él hace tres meses y le contó sus planes: "Se quería mudar a España y estaba pensando comprar un apartamento".
Al parecer, Edwin Arrieta habría pedido ayuda a otro de sus amigos para realizar los trámites, entre los que se encontraba la homologación de su título de médico para poder ejercer en España y abrir clínicas en Madrid y Barcelona.
El objetivo final sería formalizar la relación con Daniel Sancho. Según el mismo amigo, existía un chico "que se llama Dani" y con el que "mantiene una relación oculta": "Su intención era formalizarla como pareja de hecho".
La rutina diaria de Daniel Sancho
Una vez salga de la zona de aislamiento, Sancho, que lucirá la vestimenta de recluso formada por un pantalón y una camiseta ancha comúnmente de color marrón, será trasladado a una celda compartida y le proveerán de un juego de tres piezas de tela para usarlas como colchón, sábana y almohada ubicadas sobre el suelo. Las celdas de Samui se distinguen entre pequeñas, ocupadas por un máximo de 20 presos, y las grandes, con entre 30-40 reos.
En pie a las 05:00, rezo budista, desayuno y ducha
El día comienza a las 5:00 de la mañana, cuando los guardias despiertan a los presos y realizan un primer recuento de los reclusos, seguido de un rezo budista.
A las 7:00 reciben el desayuno y a las 8:00 son colocados en fila delante de la bandera tailandesa para cantar el himno nacional y vuelven a ser contados por las autoridades. Tras ello llega la hora para acudir a las duchas y realizar las tareas asignadas por el comité de prisión. En el centro además existen varios proyectos para que los reos se formen en un trabajo de cara a su reinserción, tales como jardinería y electricidad.
Almuerzo, nuevo rezo y hora de dormir a las 21:00
El almuerzo llega al mediodía y tras concluir con la jornada de tareas, alrededor de las 15:00, se les somete a un nuevo recuento y se permite una nueva ducha. Se cena temprano, sobre las 16:00, y se realiza un nuevo rezo antes de regresar a la celda, mientras que la hora de dormir llega a las 21:00.
El funcionario también precisó que hay sala de televisión y una biblioteca, así como un amplio patio donde hacer deporte, aunque carece de gimnasio.