El Museo del Prado ha vuelto a abrir la sala en la que se exponen "La maja desnuda" y "La maja vestida" de Goya, donde se han producido los ataques de dos activistas ecológicas, después de que la pintada que han hecho entre ambos lienzos haya sido eliminada.
La pinacoteca procedió al desalojó la sala al producirse los ataques, pero la ha reabierto con normalidad a primera hora de la tarde, según han indicado fuentes del Museo del Prado
Dos activistas de Futuro Vegetal se han pegado este sábado a los marcos de los cuadros de 'La maja desnuda' y de 'La maja vestida' de Francisco de Goya expuesto en el Museo Nacional del Prado en Madrid en señal de protesta por la emergencia climática.
En medio de ambas pinturas han escrito el mensaje '+1,5º' para "alertar sobre la subida de temperatura mundial que provocará un clima inestable y graves consecuencias en todo el planeta".
Esta protesta se suma a otras que se han sucedido en las últimas semanas, como la de dos ecologistas que lanzaron sopa de tomate a 'Los Girasoles' de Van Gogh, expuesto en la National Gallery de Londres.
Dos activistas ecologistas arrojaron sopa de tomate sobre el cuadro 'Los Girasoles' de Vicent Van Gogh, exhibido en la National Gallery de Londres, para protestar contra la explotación de yacimientos de combustibles fósiles en Reino Unido.
Las activistas se plantaron frente a la obra y arrojaron sobre ella la sopa, para acto seguido pegar sus manos a la pared. "¿Qué vale más? ¿El arte o la vida?", ha planteado. "¿Estáis más preocupados por la protección de una pintura que por la del planeta?", añadió, en un vídeo difundido por el grupo Just Stop Oil.
Por su parte, otros dos activistas del grupo alemán de protesta por la protección del clima Última Generación atacaron un cuadro del pintor impresionista francés Claude Monet lanzando puré de patata contra la obra en el Museo Barberini de Potsdam, al sur de Berlín.
La obra, perteneciente a la serie Les Meules (Los Pajares) de Monet (1889-1891), fue rociada con una masa viscosa, según explicó la portavoz del museo, Carolin Stranz. El grupo responsable ha asegurado que se trata de puré de patata. El personal especializado trabaja ya para examinar posibles daños en el cuadro.