El síndrome de la OAB ha sido el último de los efectos secundarios que se ha asociado a las vacunas contra el covid, según señala un nuevo estudio realizado por la Universidad Médica de Kaohsiung (Taiwán) y publicado por la 'Journal of Clinical Medicine'.
La investigación ha contado con casi 900 participantes vacunados con con dosis de AstraZeneca, Pfizer y Moderna y hasta un 13,4% sufrieron un deterioro de los síntomas de tracto urinario inferior. Los efectos más frecuentes fueron la urgencia urinaria, la nicturia, la incontinencia y la polaquiuria, similares a los síntomas del síndrome de la OAB.
Este síndrome de la OAB, conocido también como vejiga hiperactiva, provoca la necesidad frecuente de orinar que puede llegar a ser muy difícil de controlar. Otros de los síntomas son la pérdida involuntaria de orina, un aumento de la frecuencia urinaria y el despertarse más de dos veces por la noche para orinar.
Algunos de estos síntomas pueden controlarse con simples cambios de hábitos en la dieta, la micción o usando técnicas de contención en la vejiga, aunque también existen tratamientos farmacéuticos revisados, siempre, por un médico. Este tipo de incontinencia puede provocar problemas de depresión, ansiedad, alteraciones en el sueño o problemas sexuales.
Los estudios publicados sobre las vacunas han concluido que aunque la efectividad de las mismas es elevada, el grado de protección que confieren se va reduciendo con el tiempo. El virólogo del CSIC, Luis Enjuanes, reveló hace unos días en Canal Sur que será imprescindible vacunarse "todos los años" para reforzar la inmunidad, "que es de corta duración".
Además, apuntó que la vacuna deberá actualizarse porque el virus va mutando y aparecen nuevas variantes.