La aparición de nuevas variantes ha producido cambios en los síntomas más frecuentes al padecer Covid. Así lo avalan científicos y diferentes estudios que señalan al dolor de cabeza y garganta como los efectos más probables de padecer tras el contagio. Además de estos, más comunes, han aparecido otros que están relacionados con el virus. En concreto, los sudores nocturnos.
Los sudores nocturnos son episodios repetidos de transpiración extrema por las noches. A menudo están relacionados con una enfermedad o una condición médica subyacente. Los sudores nocturnos se han asociado más comúnmente con afecciones médicas que varían en gravedad desde la gripe hasta el cáncer, pero no se habían asociado con el coronavirus hasta que la variante ómicron de COVID-19 comenzó a propagarse a nivel mundial.
Los sudores nocturnos son uno de los síntomas que distinguen la variante ómicron de otras variantes de COVID-19 . El Dr. Amir Khan, médico del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, asegura que los casos sospechosos deben considerar los sudores nocturnos como un síntoma de la variante ómicron de COVID.
El virólogo Luke O'Neill asegura en una entrevista en Irlanda que la variante BA.5 es más infecciosa que las anteriores y es más capaz de evadir la inmunidad de las vacunas y las infecciones previas. Es la variante dominante y confirma los sudores nocturnos como síntoma: "Un síntoma adicional de BA.5 que he visto son los sudores nocturnos. La enfermedad es un poco diferente porque el virus ha cambiado. Esto podría dar lugar a una enfermedad ligeramente diferente, con sudores nocturnos como una característica".
El experto recalca la importancia de la dosis de refuerzo pese a que en unos meses tendremos la nueva generación de vacunas: "Tanto Pfizer como Moderna han dicho que tendrán una vacuna ómicron para septiembre y octubre. En ese punto lo lógico es utilizar esas vacunas pero hasta entonces hay que seguir utilizando las dosis de refuerzo actuales que también confieren una buena protección".