Los establecimientos de manicura y pedicura están en auge desde hace varios años. Llevar las uñas impecables ya no se restringe sólo a fiestas y bodas, sino que forma parte de la rutina de muchas mujeres y también hombres.
Esta costumbre viene de Estados Unidos y Latinoamérica, pero se ha popularizado muy rápidamente por el resto del mundo. Y ante la cantidad de locales que hay para realizar este servicio, los expertos piden prestar atención a una serie de características para saber elegir.
La manicura no es un servicio barato, ya que el precio puede rondar entre los 15, 18 o incluso más de 20 euros. Si es una manicura más especial -la conocida como Nail Art- el precio puede, incluso, elevarse. Por eso, los expertos piden "huir" de los sitios que ofrezcan este servicio a un precio excesivamente barato.
Asimismo, recalcan que hay que prestar atención al tipo de materiales que usan para realizar la manicura o pedicura: "Si utilizan cualquier tipo de tijera para quitar la cutícula, por ejemplo". Tienen que utilizar material adecuado.
Además, según explica en 'Julia en la onda' Adrián Alegre, dermatólogo del Grupo de Dermatología Estética y Terapéutica de la Sociedad de Dermatología, hay que tener cuidado a la hora de retirar la cutícula, uno de los pasos más importantes para tener unas uñas perfectas.
"Cuando se han hecho manicuras muy agresivas y repetidas en el tiempo, hay daño en el crecimiento de la lámina ungueal (la uña que vemos). Eso se acaba dañando porque afecta al crecimiento de la uña y eso es sobre todo cuando se realizan manicuras en las que se hay mucho desbridamiento de las cutículas", explica.
Ese desbridamiento muy agresivo "puede ocasionar daño permanente en la matriz ungueal -que es como la fábrica de la uña- y eso hace que el crecimiento de la uña ya de por vida se vea afectado. Es algo que vemos con relativa frecuencia y que cada vez más en edades tempranas".