La Fiscalía de Samui (sur de Tailandia) ha finalizado su informe sobre la acusación al chef español Daniel Sancho, hijo del actor Rodolfo Sancho, tras haber asesinado, descuartizado y ocultado el cadáver del cirujano colombiano Edwin Arrieta. Tras su investigación, la Fiscalía ha concluido que sí hubo premeditación y le ha hecho entrega de su escrito al tribunal que juzgará la causa.
De esta manera, la Fiscalía, que tenía de plazo hasta el 29 de octubre, hecho los mismos cargos considerados por la Policía de Tailandia en su investigación del caso.
Por su parte, el tribunal de Samui ha confirmado que la Fiscalía mantiene los mismos cargos contra Sancho de asesinato premeditado y ocultación del cuerpo establecidos previamente por la Policía.
La premeditación es una de las claves principales del caso ya que podría cambiar la condena de Daniel Sancho. Si se demostraba la premeditación, el español se enfrentaría a pena de muerte.
Sin embargo, si se demostraba la ausencia de premeditación, la condena de Sancho podría haberse reducido a cadena perpetua con un mínimo de 15 años de prisión.
Por su parte, el juez del caso ha confirmado en 'Y ahora Sonsoles' que se ha añadido un delito más, a parte de los confirmados por la policía de asesinato con premeditación y ocultación del cuerpo. Ahora el juez ha agregado un nuevo delito: llevarse la documentación de la víctima.