La Navidad es un tiempo de compras, celebraciones y también de descanso. Durante esos días, entre regalos, comidas y cenas, solemos estar más felices y animados. En España, el 6 de enero, día de los Reyes Magos, pone fin a las fiestas navideñas y la mayoría de personas regresan al trabajo en los días posteriores.
La vuelta a la rutina tras todos estos cambios puede llevar a sufrir una depresión post navideña. Este trastorno es más común de lo que imaginamos y similar al síndrome post vacacional tras el descanso en verano. Además de retomar nuestra rutina, el Año Nuevo supone para muchos el momento de emprender nuevos objetivos, con la presión añadida que esto implica.
El síndrome post vacacional suele durar de 2 a 3 días a un máximo de 21 días hasta que la persona se vuelve adaptar a su nueva realidad. Cuando el malestar persiste en el tiempo puede generar trastornos de ansiedad y/o depresión. Diferentes estudios señalan que entre un 25 y un 30% de los trabajadores van a padecer este síndrome post-vacacional.
En estas fechas solemos comer más y dejar a un lado la actividad física. Por eso, es importante retomar los buenos hábitos cuanto antes: dormir y comer bien, y una rutina de ejercicio.
Si necesitas un cambio en tu vida, el Año Nuevo es un buen momento. Pero intenta ir poco a poco. Comienza con retos pequeños y ve añadiendo más en los siguientes meses, que el año es muy largo.
El mes de enero puede ser un periodo difícil de afrontar. La disciplina y constancia te ayudarán a alcanzar tus metas, no el cambio de año.
Tras el desembolso económico que suponen los regalos y las celebraciones de Navidad, toca afrontar el mes de enero con menos presupuesto. Planificar bien tus compras y salidas te ayudará a sobrellevar mejor la cuesta de enero.